Es un hecho bien conocido que los gatos son animales muy cuidadosos, pero como la mayoría de los seres vivos, son curiosos y propenso a cometer errores o ser atacado. Debido a estos descuidos y ataques externos, nuestros amigos bigotudos pueden ser envenenados accidentalmente.
Si estás pensando en adoptar un gato, o si ya tienes uno, deberías investigar lo más posible sobre Intoxicación en gatos, incluidos sus síntomas y tratamiento de primeros auxilios.. Después de todo, el envenenamiento accidental puede ser fatal para su mascota. Aquí en Wiki Animales te explicaremos los conceptos básicos.
Causas comunes de intoxicación en gatos.
Siempre que hay envenenamiento o intoxicación, a menudo es demasiado tarde para hacer algo excepto identificar los síntomas a tiempo y acudir al veterinario lo antes posible. Sin embargo, hay algunas medidas de primeros auxilios que podemos aprender y probar mientras el veterinario está de camino, siempre que se lo preguntemos primero.
Como decíamos antes, los gatos son animales cuidadosos pero curiosos. Esto los lleva a explorar y probar cosas nuevas, y su aventura puede terminar mal. Los gatos pueden acabar intoxicados, envenenados o heridos de algún modo. Sin embargo, si conoce los peligros potenciales de algunas sustancias y productos, podrá evitar que ocurran accidentes.
Algunas de las causas más comunes de intoxicación en gatos son el resultado de productos domésticos como:
- Medicamentos para humanos: aspirina (ácido acetilsalicílico), paracetamol.
- Alimento para humanos: Chocolate.
- Insecticidas: Arsénico, unos antiparásitos callejeros que podemos rociar accidentalmente sobre nuestras mascotas y sus objetos.
- Productos de limpieza: Lejía, cloro.
- Insectos venenosos: moscas españolas.
- Plantas venenosas: cianuro.
Estos productos, animales y plantas tienen Productos químicos y enzimas tóxicas que los gatos no pueden metabolizar.. Explicaremos con más detalle estos productos, sus efectos en los gatos y el tratamiento a medida que avancemos.
Síntomas comunes de intoxicación en gatos.
Los posibles síntomas de intoxicación son lamentablemente muy variados, ya que Depende de la causa y el grado de la intoxicación.. Por lo tanto, no puede ser difícil identificarlos.
Sin embargo, existen algunos signos y síntomas comunes con los que usted debe estar familiarizado:
- Vómitos y diarrea, ocasionalmente con sangre.
- Salivación excesiva
- Tos y estornudos
- Irritación gástrica
- Irritación en la zona de la piel que ha estado en contacto con el producto tóxico.
- Respiración difícil
- Convulsiones, temblores y espasmos musculares involuntarios.
- Depresión
- Pupilas dilatadas
- Debilidad
- Ataxia, es decir, dificultad para coordinar las extremidades debido a problemas neurológicos.
- Pérdida de consciencia
- Micción frecuente
Qué hacer si tu gato se envenena: Medidas de primeros auxilios
Si notas alguno de los síntomas que hemos descrito, debes actuar según la situación. Lo primero y más importante que se debe hacer en caso de intoxicación por gato es llamar al veterinario. Entonces, Estabilizar al animal, recopilar tanta información como sea posible y tomar una muestra del producto envenenado. mientras esperas. Cuanto más fácil les hagas el trabajo, más rápido podrán actuar.
Siempre es mejor que alguien más te ayude mientras tratas a tu gato; por lo tanto, puedes estabilizar al gato mientras llaman al veterinario; el tiempo es de vital importancia en estas situaciones. Los pasos más comunes a seguir incluyen:
- Si tu mascota está muy débil, desmayada o inconsciente debes llévelo a un área abierta, ventilada y bien iluminada.. De esta forma será más fácil notar otros síntomas, además de darle aire fresco. Llévalas con cuidado, sujetando firmemente todo su cuerpo. Si no tienes ese espacio, el baño o la cocina servirán, ya que suelen estar bien iluminados y tener fuentes de agua a mano.
- Si usted tiene identificó la causa del envenenamiento, retírelo con cuidado para evitar que otras mascotas o miembros del hogar se envenenen. Conserva una muestra, así como las etiquetas y envases.
- llama al veterinario; ellos te ayudarán a calmarte, concentrarte y te dirán cómo proceder. Cuanto antes los llames, mejores serán las probabilidades para tu gato. Lo primero que preguntarán es la fuente del envenenamiento, por lo que debes hacer todo lo posible para identificarlo. Indícales el nombre del producto, principio activo, potencia y cantidad que pudo haber ingerido tu gato, así como el tiempo transcurrido desde entonces. Con esa información sabrán si hacer vomitar al gato o no.
- No hagas vomitar a tu gato; si el veneno fue ingerido hace más de dos horas, sólo lo debilitarás. No incites al vómito mientras el gato esté inconsciente, y nunca hagas vomitar a tu gato si ha ingerido productos ácidos o alcalinos (desoxidantes, lejías, etc) o productos derivados del petróleo (gasolina, queroseno, líquido para encendedores, etc), ya que puede causar quemaduras cáusticas y causar más daño al esófago, la garganta y la boca del gato.
- Si la intoxicación se puede tratar haciendo vomitar a su gato, hágalo únicamente siguiendo las pautas de expertos para evitar daños innecesarios.
- Aunque consigas que tu gato vomite, parte del veneno ya habrá sido absorbido. Trate de evitar que esta absorción ocurra con Carbón activado – Te explicaremos cómo administrarlo más adelante.
- No le des a tu gato agua, comida, leche, aceite ni ningún otro remedio casero. siempre y cuando no se conozca la causa y el tratamiento de la intoxicación. Espera las indicaciones de tu veterinario. Si no sabes a qué te enfrentas, el efecto del remedio puede ser contrario.
- Si quieres darle de beber a tu gato mientras esperas al veterinario, consulta primero con él. Si lo aprueban, dale a tu gato agua o agua salada con una jeringa..
- Si la intoxicación se produjo con una sustancia polvorienta, pulverizada o aceitosa que se ha adherido al pelaje del gato, sacúdala para soltarla con cepillado intenso o un jabón para lavarse las manos. Si el producto tóxico no se ha eliminado ni siquiera así, es posible que tengas que cortar o afeitar esa parte del pelaje.
- En el caso de que tu gato esté despierto y no muy aturdido -y siempre que el veterinario lo apruebe- será bueno dárselo. agua fresca para beber. La mayoría de los productos tóxicos que los gatos pueden ingerir accidentalmente afectan con bastante fuerza a los riñones y al hígado. El agua dulce reducirá ese impacto. Si no puede beber solo, utilice una jeringa lentamente.
Cómo tratar casos particulares de intoxicación en gatos
Ahora repasaremos los diferentes tratamientos para las causas más comunes de intoxicación en gatos domésticos. Sin embargo, sólo aplícalos con la aprobación de tu veterinario o si realmente no tienes otra opción. Siempre es mejor que estas medidas las aplique un profesional.
- Arsénico: El arsénico está presente en insecticidas, pesticidas y veneno para roedores. Los síntomas de este tipo de intoxicación son diarrea aguda, a veces con sangre, depresión, pulso débil, debilidad general y colapso cardiovascular. Esto se debe a la inflamación aguda de órganos internos como el hígado y los riñones. Si el arsénico se ha consumido hace menos de dos horas, provocar el vómito. Luego, administrar carbón activado por vía oral. Después de una o dos horas, dale a tu gato protectores gástricos como pectina o caolín.
- Champú, jabón o detergente: Los síntomas (mareos, vómitos y diarrea) son más leves y más fáciles de tratar. Algunos de estos productos pueden contener soda cáustica u otras sustancias corrosivas, por lo que nunca debes provocar el vómito. Si la cantidad ingerida es pequeña y tu veterinario lo permite, puedes ayudar a tu gato dándole leche o agua.
- Medicamentos para humanos: Podrías pensar que están fuera de su alcance, o que tu mascota no comería ni lamería una pastilla, pero en realidad son un gran peligro. Algunas personas incluso dan a sus gatos medicamentos para humanos con el fin de bajar la fiebre o tratar otros síntomas; esto es un gran error, ya que no están diseñados para las capacidades metabolizadoras de los animales. Incluso si les das la dosis para niños, estarás envenenando a tu mascota. Los medicamentos se eliminan a través del hígado, pero los gatos no pueden metabolizar muchos medicamentos o vitaminas como lo harían los humanos. A continuación se muestran algunos medicamentos populares para humanos que pueden dañar gravemente a nuestros gatos:
- Aspirina: Este analgésico y antipirético común tiene un efecto muy negativo en los gatos, provocando vómitos (a veces con sangre), hipertermia, respiración acelerada, depresión e incluso la muerte.
- Paracetamol: Este antiinflamatorio y antipirético es tóxico para los gatos, dañando su hígado, oscureciendo sus encías, provocando salivación, respiración acelerada, depresión, orina oscura e incluso la muerte.
- vitamina a: Los complejos vitamínicos son populares para prevenir resfriados y otras enfermedades comunes, y la vitamina A en particular también se encuentra en complementos alimenticios y alimentos como el hígado crudo que le podrías dar a tu mascota. Un exceso de esta vitamina en los gatos provoca somnolencia, anorexia, rigidez de cuello y articulaciones, estreñimiento, pérdida de peso y posturas extrañas como sentarse sobre las patas traseras levantando las delanteras o tumbarse con todo el peso sobre las extremidades, sin llegar a relajarse. .
- Vitamina D: También se encuentra en los complejos vitamínicos, pero también en el veneno para ratas y en otros alimentos. La hipervitaminosis D puede provocar anorexia, depresión, vómitos, diarrea, polidipsia (sed extrema) y poliuria (micción muy frecuente y abundante). Esto se debe al daño renal y a hemorragias en los sistemas digestivo y respiratorio.
- Alquitrán de hulla: El alquitrán de hulla se encuentra en productos como cresoles, creosota y fenol, y se incluye en los desinfectantes domésticos. En el caso de los gatos, la intoxicación se produce por absorción a través de la piel, aunque en ocasiones se produce por ingestión. Este tipo de intoxicación provoca estimulación del sistema nervioso, debilitamiento del corazón y daño hepático. Los síntomas más visibles incluyen debilidad, ictericia (coloración amarillenta de la piel y la mucosidad), pérdida de coordinación, periodos de descanso excesivos e incluso estados de coma o muerte. No existe un tratamiento específico para la intoxicación por alquitrán de hulla, pero se pueden administrar soluciones salinas y carbónicas seguidas de claras de huevo para suavizar los efectos corrosivos del veneno.
- Cianuro: Se encuentra en plantas, veneno para roedores y fertilizantes, entre otros. Los gatos tienden a ingerir cianuro al comer plantas que contienen abonos de cianuro, como juncos, hojas de manzano, maíz, lino, sorgo o eucalipto. Los síntomas suelen aparecer a los 10 o 15 minutos, notándose una excitación creciente, dificultades respiratorias e incluso asfixia. El veterinario administrará inmediatamente nitrito de sodio.
- Etilenglicol: Se utiliza como anticongelante en los circuitos frigoríficos de los motores de combustión interna, muy habitualmente en los automóviles. Este líquido tiene un sabor dulce que atrae a los animales. En realidad, los gatos no distinguen mucho los sabores dulces, por lo que la intoxicación por etilenglicol en gatos no ocurre con frecuencia. Los síntomas aparecen rápidamente y hacen que el gato parezca borracho. Incluyen vómitos, estupor, pérdida del equilibrio y ataxia, es decir, dificultad de coordinación debido a problemas neurológicos. En esos casos, se debe inducir el vómito. Administrar carbón activado y sulfato de sodio entre una o dos horas después de la ingestión.
- Flúor: Se encuentra en veneno para ratas, enjuagues bucales y pastas de dientes para humanos y en acaricidas ambientales. Dado que el flúor es tóxico tanto para los gatos como para los perros, nunca debes usar tu pasta de dientes para cepillarse los dientes. Puedes encontrar pastas especiales para mascotas en las tiendas. Los síntomas de la intoxicación por flúor en gatos son gastroenteritis, signos nerviosos, aumento del ritmo cardíaco e incluso la muerte. Si la intoxicación es grave, será necesaria la administración intravenosa inmediata de gluconato de calcio o la administración oral de hidróxido de magnesio o leche; estas sustancias se unirán a los iones de flúor.
- Chocolate: Contiene teobromina, que los humanos pueden metabolizar pero los perros o gatos no. Sólo una pequeña cantidad de chocolate es suficiente para intoxicar a un gato; Puede que nos encante y se lo regalemos a una mascota, pero es un gran error. Los síntomas de intoxicación por chocolate en gatos se pueden notar después de seis a doce horas e incluyen sed extrema, vómitos, salivación, diarrea, inquietud y barriga hinchada. Después de un tiempo, los síntomas empeoran e incluyen hiperactividad, temblores, micción frecuente, taquicardia, bradicardia, dificultad para respirar y paro cardíaco y respiratorio. Si notas que tu gato acaba de comer chocolate, administra carbón activado. Si han pasado más de dos horas, llévalo directamente al veterinario para que reciba tratamiento profesional.
- Pasas y uvas: Este tipo de intoxicación es más común en perros que en gatos. Si 32 gramos de pasas por kg de peso corporal y 11-30 mg de pasas por kg de peso corporal son tóxicos para los perros, las proporciones de intoxicación para los gatos son aún menores. Los síntomas incluyen vómitos, diarrea, sed extrema, deshidratación, incapacidad para orinar, insuficiencia renal e incluso la muerte. Haz que tu gato vomite y llévalo al veterinario, donde le inducirán la micción mediante una fluidoterapia intravenosa.
- Alcohol: Los animales suelen intoxicarse con etanol (bebidas alcohólicas, alcohol desinfectante, masas fermentadas y elixires), metanol (productos de limpieza como limpiaparabrisas) y alcohol isopropílico (alcohol desinfectante, sprays antipulgas con alcohol). El alcohol isopropílico es dos veces más tóxico que el etanol y una dosis tóxica es de 4 a 8 ml por kg. La absorción es más común en gatos que la ingestión; son especialmente sensibles, por lo que nunca se deben rociar con productos antipulgas a menos que estén diseñados específicamente para gatos. Los síntomas se notan entre 30 minutos y una hora e incluyen vómitos, diarrea, pérdida de coordinación, desorientación, temblores, dificultad para respirar e incluso la muerte. Para brindarle primeros auxilios, lleve al gato al aire libre pero fuera de la luz solar directa. Si la ingestión es reciente provocar el vómito pero no dar carbón activado. Luego, acude al veterinario.
- Cloro y lejía: Los productos de limpieza de casa y piscina incluyen lejía y cloro. A veces, los gatos disfrutan mordiendo sus recipientes o bebiendo agua de piscinas recién tratadas o de cubos de limpieza. Los síntomas incluyen vómitos, mareos, salivación, anorexia, diarrea y depresión. Como primeros auxilios, dale a beber a tu gato leche o leche y agua con una jeringa, lentamente y dejándolo tragar solo. La leche se unirá al cloro y evitará daños mayores. No provoques el vómito, ya que sólo debilitará y atacará el tracto digestivo. No administrar carbón activado. Si la intoxicación se ha producido a través de la piel, lava inmediatamente a tu gato con un champú suave y enjuágalo con abundante agua para eliminar todos los restos. Acude al veterinario para asegurarte de que todo está bien.
- Insecticidas: Incluyen carbamatos, hidrocarburos clorados, permetrina y compuestos organofosforados, todos ellos tóxicos para nuestras mascotas. Los signos de envenenamiento por insecticida incluyen micción frecuente, salivación excesiva, dificultad para respirar, calambres, ataxia y convulsiones. Administrar carbón activado e inducir el vómito con peróxido de hidrógeno al 3%. En cualquier caso, siempre es mejor acudir al veterinario.
Consejos sobre dosis y administración oral.
- Inducir el vómito: Necesitarás una solución de peróxido de hidrógeno al 3% y una jeringa para niños para administrarla por vía oral. Nunca utilices concentraciones superiores de peróxido -como podrían ser productos para el cuidado del cabello- ya que estarás dañando aún más a tu mascota. Utiliza 5 ml (una cucharadita) por cada 2,25 kg de peso corporal de tu gato. Para un gato de 4,5 kg, por ejemplo, necesitarás 10 ml (2 cucharaditas). Repita el procedimiento cada 10 minutos pero no más de 3 veces. Si puede administrar la solución inmediatamente después de la intoxicación, utilice de 2 a 4 ml por kg de peso corporal.
- Cómo hacer que tu gato trague la solución oral: Coloque la jeringa entre sus dedos y mejillas para que sea más fácil tragar el líquido que expulsarlo. Nunca lo administres todo de una vez; déle 1 ml lentamente, espere a que se trague y déle la siguiente dosis.
- Carbón activado: Una dosis normal es 1 g de polvo seco por 0,5 kg de peso corporal del gato. Un gato medio, por tanto, necesita unos 10 gramos. Disolver el polvo en la menor cantidad de agua posible hasta obtener una pasta espesa y administrarla por vía oral con la jeringa. Repetir la dosis cada 2 a 3 horas un máximo de 4 veces. En caso de intoxicación grave utilizar una dosis de 2-8 g por kg una vez cada 6 a 8 horas durante 3 a 5 días. Esta dosis se puede mezclar con agua y administrar con una jeringa o una sonda nasogástrica. El carbón activado se vende en polvo, ya disuelto en agua o en pastillas que puedes disolver tú mismo en casa.
- pectina o caolín: Debe ser administrado por un veterinario. La dosis adecuada es de 1 a 2 gramos por kg de peso corporal cada 6 horas durante 5 a 7 días.
- Leche o mezcla de leche y agua.: Puedes darle a tu gato leche sola o una dilución al 50-50 con agua cuando quieras que el tratamiento se vincule con ciertos venenos como el flúor, haciendo que su paso por el cuerpo sea menos dañino. Una dosis adecuada es de 10 a 15 ml por kg de peso corporal, o la cantidad que el gato pueda consumir.
- Nitrito de sodio: Debe ser administrado por el veterinario. La dosis son 10 g disueltos en 100 ml de agua destilada, o una solución salina isotónica con una dosis de 20 mg por kg de peso corporal en caso de intoxicación por cianuro.
Este artículo es puramente informativo. Wiki Animales no tiene autoridad para prescribir ningún tratamiento veterinario ni elaborar un diagnóstico. Te invitamos a llevar a tu mascota al veterinario si padece alguna afección o dolor.
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