Leishmaniasis en gatos Es una enfermedad crónica causada por un parásito protozoario llamado Leishmania infantil. Aunque es relativamente rara en gatos, es una enfermedad que se considera emergente. También es un tipo de enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse a los humanos. Aunque se diagnostica más comúnmente en perros, es posible que un gato quede infestado e infectado por estos protozoos. Por este motivo, es muy importante que conozcamos sus causas, síntomas y tratamiento.
Dada su expansión y potencial zoonótico, prevención de la leishmaniasis felina Es vital. Para ello hay que tener en cuenta que se transmite a través de la picadura de insectos del género Flebótomo.
¿Qué es la leishmaniasis en gatos?
Los gatos pueden infectarse con una especie de leishmania llamada Leishmania infantil. Esta especie afecta principalmente a los perros y también es responsable de los casos humanos de leishmaniasis. La leishmaniasis felina se considera rara. Generalmente se considera que los gatos son menos susceptible a esta enfermedad clínica que los perros.
Los gatos pueden actuar como reservorios del parásito, lo que significa que pueden transmitir la infección sin mostrar síntomas aparentes. En algunos casos, los gatos infectados pueden desarrollar síntomas leves, haciéndonos creer que tienen una enfermedad menos grave. La transmisión de leishmania a los gatos ocurre típicamente a través de la mordedura de un flebótomo infectadosimilar a la vía de transmisión en perros con leishmaniasis.
Se pensaba que la leishmaniasis no se diagnosticaba habitualmente en gatos debido a su resistencia natural y a la respuesta eficaz de su sistema inmunológico. Sin embargo, también es posible que simplemente haya sido subdiagnosticado.
Los informes actuales sugieren una tendencia emergente en casos de leishmaniasis en gatos(1). Esto podría deberse a una mayor incidencia de diagnóstico, pero lo más probable es que factores como el cambio climático estén incrementando las condiciones en las que los flebotomos hospedadores puedan proliferar en mayor número. Además, los gatos que padecen enfermedades como el virus de la leucemia felina tienen el sistema inmunológico debilitado y tienen más probabilidades de infestarse.
Causas y contagio de la leishmaniasis en gatos
Los flebótomos pueden infestarse de protozoos de leishmania cuando muerden a un animal infectado con leishmaniasis. Se convierten en vector de esta enfermedad y la transferirán a otro animal una vez que se alimenten nuevamente. Tanto los perros como los gatos pueden ser reservorios de este protozoo.
La propagación de esta enfermedad se debe casi exclusivamente a las picaduras de flebótomos. No se puede transmitir mediante lamidos ni mediante la mayoría de otros comportamientos íntimos. Se puede transferir mediante transfusiones de sangre, pero es poco probable. En casos muy raros, puede transmitirse de la madre a sus crías durante parto o lactancia. Dado que un gato no puede contagiar directamente a otro animal o persona, la prevención se basará en evitar que a nuestro gato le piquen los flebotomos.
Síntomas de leishmaniasis en gatos
La leishmaniasis en gatos es una enfermedad con un largo período de incubación. Esto significa que puede tardar mucho tiempo en manifestar signos clínicos en nuestro felino. Una vez que se desarrollan, son bastante inespecíficos. El resultado es que pueden transmitirse a otros gatos sin que lo sepamos. En los gatos, la enfermedad puede presentarse de tres formas diferentes con síntomas variables:
- forma cutánea: se observan nódulos subcutáneos indoloros, especialmente localizados en cabeza y cuello. Además, suelen ir acompañados de un aumento del tamaño de los ganglios linfáticos cercanos, que pueden abrirse y ulcerarse. También es posible observar signos clínicos cutáneos, como dermatitis ulcerosa. Conoce más con nuestro artículo sobre por qué un gato tiene un bulto en el cuello.
- forma de ojo: los ojos se ven afectados con conjuntivitis, blefaritis (inflamación de los párpados), uveítis, alopecia periorbicular u otros síntomas que afectan al ojo.
- Forma sistémica o generalizada.: este es el menos común en los gatos. El principal signo clínico es un aumento del tamaño de los ganglios linfáticos. También hay signos muy inespecíficos, como anorexia, pérdida progresiva de peso, apatía y otros.
aprender sobre otro enfermedad parasitaria infecciosa que pueden afectar a los felinos con nuestro artículo sobre causas, síntomas y tratamiento de la giardia en gatos.
Diagnóstico de leishmaniasis en gatos
Si el veterinario sospecha que nuestro gato puede tener leishmaniasis, deberá realizar pruebas específicas para confirmar el diagnóstico. Dado que los síntomas no son específicos, el diagnóstico no puede realizarse únicamente mediante el examen físico. Se requerirá una muestra de sangre para determinar la presencia del protozoo Leishmania. Existen pruebas serológicas que cuantifican los anticuerpos generados por el animal en presencia del protozoo. También se utilizan técnicas moleculares (como la PCR) y se puede tomar una muestra de las lesiones para examen citológico o biopsia.
Dado que la leishmaniasis suele aparecer en gatos con sistema inmunológico comprometido, es común que también se realicen pruebas como análisis de sangre y orina para buscar otras enfermedades. Esto nos ayudará a obtener más datos sobre el estado general del gato. Es común encontrar insuficiencia renal o anemia en gatos con leishmaniasis. Por último, es recomendable hacerle una prueba al gato para ver si tiene el virus de la leucemia felina o el virus de la inmunodeficiencia felina (SIDA felino).
Tratamiento para la leishmaniasis en gatos
Una vez diagnosticada la leishmaniasis de nuestro gato, será el veterinario quien tendrá que prescribir las más tratamiento apropiado. Esto tendrá como objetivo combatir el parásito y resolver los síntomas. Al haber sido menos en gatos, aún no existe un protocolo desarrollado como en el caso de la leishmaniasis canina.
Actualmente, se utilizan fármacos como el alopurinol y la n-metilmeglumina para tratar la leishmaniasis en gatos. Además, el animal deberá tener un seguimiento veterinario continuo para controlar el estado de la parasitosis y cualquier efectos adversos de la medicación.
Dado que los gatos con un sistema inmunológico fuerte parecen ser capaces de controlar el parásito, se recomienda potenciarlo cuidando su alimentación, reduciendo el estrés, desparasitando y vacunando periódicamente. Estas acciones pueden considerarse remedios caseros para la leishmaniasis en gatos, pero esto sólo puede ocurrir después de una consulta veterinaria. El pronóstico de la leishmaniasis felina Suele ser bueno, a menos que el gato sufra alguna complicación como una enfermedad renal.
Cómo prevenir la leishmaniasis en gatos
Al tratarse de una enfermedad que se transmite por la picadura de los flebotomos, la principal medida preventiva es evitar que entren en contacto con nuestro gato. Para hacer esto podemos usar barreras fisicas como mosquiteras en puertas y ventanas, trampas de luz ultravioleta o insecticidas.
Para la prevención en el propio gato, existen varias opciones para desparasitantes en el mercado. Tendremos que asegurarnos de utilizar únicamente productos aptos para esta especie, ya que los destinados a perros pueden resultar muy tóxicos para los gatos. Si tiene alguna duda, consulte a su veterinario antes de administrar cualquier medicamento antiparasitario.
Es más probable que encontremos flebotomos al anochecer y al amanecer, por lo que lo ideal sería que el gato permaneciera dentro de casa a estas horas para evitar la exposición. Las acumulaciones de materia orgánica constituyen un buen hábitat para los flebótomos, por lo que el ambiente del hogar debe mantenerse limpio. Finalmente, actualmente existe una vacuna contra la leishmaniasis en perros. Se espera que esta opción también esté disponible para gatos en el futuro.
Este artículo es puramente informativo. Wiki Animales no tiene autoridad para prescribir ningún tratamiento veterinario ni elaborar un diagnóstico. Te invitamos a llevar a tu mascota al veterinario si padece alguna afección o dolor.
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1. Ahuir-Baraja, AE, Ruiz, MP, Garijo, MM y Llobat, L. (2021). Leishmaniosis felina: un problema de salud pública emergente. Ciencias Veterinarias, 8(9)173.
https://doi.org/10.3390/vetsci8090173
- Leishvet. 2018. Leishmaniasis canina y felina. https://www.leishvet.org/wp-content/uploads/2018/09/ES-Guidelines.pdf