Leishmaniasis canina Es una enfermedad parasitaria grave que puede ser mortal para los perros. Por este motivo, es una de las principales enfermedades que requiere control de vacunación en animales de compañía. Se producen incidencias de leishmaniasis. Debido a las vacunas, una mayor concienciación pública y otros factores, lo mejor que podemos hacer es intentar controlar la propagación de esta enfermedad y evitar que nuestros perros se infecten. Desafortunadamente, nueva información advierte sobre un posible aumento de los casos de leishmaniasis.
En Wiki Animales analizamos Leishmaniasis en perros y cambio climático en América del Norte. Vemos cómo el aumento de las temperaturas puede aumentar la incidencia de esta enfermedad y cuáles pueden ser las repercusiones para nuestros perros.
¿Qué es la leishmaniasis canina?
La leishmaniasis canina es una enfermedad causada por un parásito llamado Leishmania. La enfermedad se transmite por un insecto muy pequeño, parecido a un mosquito, llamado mosca de arena. Los flebótomos transmiten la leishmaniasis al picar y extraer sangre de un perro infectado, y luego transfieren la enfermedad cuando muerden a otro perro.
La leishmaniasis generalmente aparece como uno de dos tipos:
- Leishmaniasis cutánea: afecta la piel.
- leishmaniasis visceral: afecta los órganos internos, específicamente el hígado y los riñones.
Hay varios síntomas de la enfermedad que dependen en gran medida del tipo:
- Leishmaniasis cutánea: caída del cabello, descamación de la piel, endurecimiento de las mucosas, infecciones, lesiones, úlceras, etc.
- leishmaniasis visceral: pérdida brusca de peso, alopecia, fiebre, anemia, disminución de masa muscular, pérdida de apetito, daños hepáticos y renales, etc.
La leishmaniasis es una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse de perros a personas. Esto ocurre del mismo modo que intraespecíficamente, es decir, mediante la picadura del flebótomo. El perro por sí solo no puede transmitir la enfermedad.
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¿Cómo afectan las temperaturas a los flebotomos?
En el pasado, la leishmaniasis canina se asociaba con la temporada primavera-verano. Desafortunadamente, cada una de las últimas cuatro décadas ha sido sucesivamente más cálida que cualquier década anterior desde 1850.(1). Esto ha provocado un aumento de las temperaturas en América del Norte, así como en todo el mundo. El resultado de la incidencia de leishmaniasis es que el período de actividad de los flebótomos aumenta al igual que las temperaturas.
Ya se ha observado un aumento de la incidencia de la leishmaniasis en algunas partes de Europa, incluidas España y Francia.(2). Esto se debe a que los flebótomos están vivos durante partes más largas del año. Desde entonces esto se ha visto en partes de América del norte. De hecho, el aumento general de las temperaturas no sólo ha prolongado el número de meses en los que los flebótomos están activos. También ha aumentado su distribución geográfica, llegando a zonas donde antes apenas se encontraban.(3).
Estos hallazgos han demostrado que la leishmaniasis se ha estado propagando hacia el norte a través de América del Norte. Incluso se han encontrado incidencias en algunas partes de Canadá, donde anteriormente no se presentaba esta enfermedad. En definitiva, con el aumento de las temperaturas, existe un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por vectores como la leishmaniasis.
Prevenir la propagación de leishmaniais en perros
Gran parte del control de la propagación de la leishmaniasis depende de autoridades animales. Es importante realizar un seguimiento y realizar pruebas de esta enfermedad para controlar su progreso. Esto debería hacerse a gran escala. Sin embargo, hay acciones que podemos llevar a cabo como guardianes de perros para ayudar a frenar la propagación de ésta y otras enfermedades.
Existen diferentes tratamientos que pueden minimizar el riesgo de que tu perro sea picado por un flebótomo y, por tanto, contraiga leishmaniasis canina. Como primer paso para luchar contra esta enfermedad, pide cita con tu veterinario y pídele información sobre las mejores opciones de prevención para tu perro. La primera es asegurarse de que su perro tenga implementado el calendario de vacunación correcto.
La desparasitación en forma de productos antiparasitarios también es una parte importante de la prevención. También debemos observar las actividades de los propios parásitos. Los flebótomos son más activos durante atardecer y anochecer. Te recomendamos evitar los paseos a esa hora y no dejarles dormir al aire libre.
Para reproducirse, los flebotomos suelen preferir agujeros y grietas como sótanos, cubos de basura o raíces de árboles. Esto se debe a que estas áreas son a la vez húmedo y protegido. Es muy recomendable revisar los espacios interiores y exteriores de tu vivienda e instalar mosquiteras en las ventanas para evitar que los flebótomos entren en tu hogar.
Por último, debemos asegurarnos de proporcionar suficiente chequeos con el veterinario. Esto es especialmente importante a medida que los perros envejecen. El veterinario no solo puede ayudarnos a comprender la incidencia de la leishmaniasis en nuestra área local, sino que también puede realizar pruebas para detectar la enfermedad e implementar cualquier tratamiento cuando sea necesario.
Conoce más sobre las consecuencias de esta enfermedad con nuestro artículo sobre leishmaniasis en perros.
Este artículo es puramente informativo. Wiki Animales no tiene autoridad para prescribir ningún tratamiento veterinario ni elaborar un diagnóstico. Te invitamos a llevar a tu mascota al veterinario si padece alguna afección o dolor.
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1. IPCC. (2021). Cambio climático 2021: la base de la ciencia física. Obtenido de:
https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-i/
2. Dereure, J., et al. (2009). Los efectos potenciales del calentamiento global sobre los cambios en la leishmaniasis canina en un foco fuera del área clásica de la enfermedad en el sur de Francia. Enfermedades zoonóticas transmitidas por vectores., 9(6)687-94.
https://doi.org/10.1089/vbz.2008.0126
3. González, C., Wang, O., Strutz, SE, González-Salazar, C., Sánchez-Cordero, V., & Sarkar, S. (2010). Cambio climático y riesgo de leishmaniasis en América del Norte: predicciones a partir de modelos de nicho ecológico de especies vectoras y reservorios. PLoS enfermedades tropicales desatendidas, 4(1), e585. https://doi.org/10.1371/journal.pntd.0000585