¿Tu gato ha dejado de comer? Es una pregunta que provoca un escalofrío de preocupación en la columna vertebral de cualquier dueño de gato.
Sabemos cuánto amas a tu amigo peludo y cuando tu gato dejó de comer, probablemente sentiste una oleada de preocupación. No está solo y no debe entrar en pánico.
Si bien un gato adulto sano suele consumir aproximadamente una lata de comida húmeda o una taza de comida seca al día, existen variaciones según su peso y nivel de actividad.
Pero cuando tu amigo felino de repente pierde el apetito y deja de comer por completo, ¿qué haces?
Ya sea que su gato simplemente huela la comida con interés pero no la coma, o la ignore por completo, es fundamental descubrir por qué.
En este artículo, exploraremos las posibles razones y soluciones por las que un gato deja de comer y discutiremos si puede ser peligroso o no. Sigue leyendo para descubrir cómo ayudar a tu querida mascota.
¿Qué significa cuando tu gato deja de comer?
Cuando un animal deja de comer, la condición se conoce como anorexia. La anorexia felina no es una enfermedad en sí misma. Simplemente significa que el gato ha dejado de comer.

Los gatos pueden dejar de comer por muchos motivos. Puede ser un síntoma de una enfermedad o el resultado del estrés. Estas son algunas de las posibles razones por las que un gato deja de comer:
Causas médicas de la anorexia felina
1. Problemas que afectan el sentido del olfato del gato
Los gatos confían en su sentido del olfato para decidir si una sustancia es comestible o no. Si un gato pierde el sentido del olfato, pronto le sigue la pérdida del apetito.
Una nariz congestionada debido a una infección respiratoria es todo lo que se necesita para que un gato deje de comer. Cualquier obstrucción en las fosas nasales puede tener un resultado similar.
2. Náuseas
Sentir náuseas es suficiente para que un gato deje de comer (como lo haría con un humano).
En algunos gatos, lamerse los labios y relamerse la boca puede ser otro indicio de náuseas, pero muchas veces la pérdida de apetito es el único síntoma.

Las náuseas pueden ser causadas por muchas enfermedades y también pueden ser un efecto secundario de los medicamentos.
3. Dolor de boca
Las caries, la gingivitis y la estomatitis pueden causar dolor en la boca, al igual que una lesión en la cavidad bucal.
Cuando a un gato le duele la boca, puede evitar comer por completo o intentar lamer la comida pero no ingerir nada. El babeo suele ser otro signo de dolor de boca.
Leer más:
- Gingivitis y estomatitis en gatos
- Cuidado dental del gato
4. Malestar
A veces, un gato simplemente no se siente lo suficientemente bien como para comer. Puede ser un malestar general debido a una infección o las secuelas de un procedimiento médico como una cirugía o incluso una vacuna.
Otras posibles causas de la anorexia felina
1. No gustarle una comida
A veces es tan simple como la preferencia de sabor o textura.

Por extraño que parezca, algunos gatos prefieren morir de hambre antes que probar un nuevo tipo de comida. Otras veces, la comida puede estar ligeramente «desagradada» o en mal estado.
2. Asociar la comida con el miedo
Los gatos pueden evitar alimentarse en una determinada zona de la casa, o incluso de un determinado plato si asocian la alimentación con algo que les da miedo.
El trauma emocional puede ser suficiente para hacer que se alejen de la comida y se queden sin ella.
3. Estrés general
El estrés por sí solo puede hacer que un gato pierda el apetito y deje de comer. Lea aquí sobre el estrés y lo que puede causarlo en los gatos:
- ¿Está tu gato estresado?
- Estrés en los gatos: la guía definitiva
¿Es peligroso que mi gato deje de comer?
En una palabra, ¡sí!
Los gatos están hechos para consumir alimentos a diario. Una vez que dejan de llegar calorías, el hígado comienza a procesar las reservas de grasa del gato. Desafortunadamente, los gatos sólo hacen esto por un corto tiempo.

Cuando llega demasiada grasa al hígado, comienza a «acumularse» allí, provocando esencialmente inflamación del hígado.
Esta afección se llama lipidosis hepática o hígado graso y en los gatos puede ser muy grave e incluso mortal.
Su hígado simplemente no está diseñado para quemar grasa y convertirla en energía durante largos períodos de tiempo.
Los síntomas de la lipidosis hepática incluyen fatiga, ictericia (color amarillento de la piel, los ojos y las encías) y depresión.
Pronto puede convertirse en un círculo vicioso, ya que el gato simplemente no se siente lo suficientemente bien como para comer. Sin intervención, el gato morirá en unas pocas semanas.
¿Es una emergencia?
La aparición de lipidosis hepática es una emergencia médica. El proceso comienza a las 24-48 horas de la falta de alimento. La buena noticia es que es reversible si se detecta a tiempo.

Por eso es muy importante intentar conseguir que un gato que no come coma.
Independientemente del desencadenante de la anorexia, debes animar al gato a comer y, si es necesario, pedirle a un veterinario que inserte un tubo de alimentación y lo obligue a alimentar al gato de esa manera.
Nunca dejes que tu gato se quede sin comida durante más de uno o dos días.
Qué recordar cuando tu gato deja de comer
En conclusión, es importante recordar que cuando tu gato deja de comer, puede deberse a diversos motivos, desde afecciones médicas hasta estrés.
Sea observador y, si el apetito de su gato no regresa en uno o dos días, busque ayuda profesional. Su enfoque proactivo puede marcar la diferencia en la salud de su gato.
Al comprender las posibles razones y tomar las medidas adecuadas, podrá asegurarse de que su querida mascota se mantenga feliz y saludable.
Confía en tus instintos como dueño de un gato y continúa brindándole el amor y el cuidado que tu amigo peludo merece.
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