¿Por Qué Mi Perro Se Muestra Repentinamente Agresivo Conmigo?

La agresión se puede manifestar a través de una amplia variedad de comportamientos y por varias razones. Podemos observar dos tipos principales de agresión; agresión ofensiva y defensiva. Los factores de riesgo de la agresión canina incluyen aquellos que dañan al perro, la imprevisibilidad de un ataque, los estímulos a los que reacciona el perro, los desencadenantes y las circunstancias que provocan al animal.

En general, las agresiones ofensivas son las que más necesitamos corregir. Esto se debe a que algunas agresiones defensivas están justificadas si es probable que el perro resulte herido. La expresión de la agresión ofensiva está controlada por la parte del cerebro que regula las emociones, la memoria, el hambre y los instintos sexuales. Esta agresión está influenciada por la percepción del entorno del perro a través del olfato, el oído, la vista, etc. También está muy influenciada por la socialización del perroparticularmente en sus años de juventud así como las experiencias que tienen a lo largo de su vida.

Se cree que la agresión defensiva está controlada por una parte diferente del cerebro. También controlan el instinto de huida, el miedo a la defensa y el mordisco. Para saber más, tenemos este artículo sobre cómo comprender la agresión canina.

Muchos estudios muestran que existe una base genética para agresividad en perros y que cada raza tiene la potencialidad de ser agresiva⁽¹⁾. Esto significa que el gen no sólo está presente en aquellos perros considerados «potencialmente peligrosos».

Un estudio reciente con Golden Retrievers demostró que en el 80% de los casos la agresividad es hereditaria. Otro estudio en Cocker Spaniels ha demostrado una influencia genética en la agresividad según el color de su pelaje. En los Springer Spaniels ingleses, la agresión está asociada con genes transmitidos por el macho durante la reproducción.

Actualmente, no existe una prueba fiable para medir la agresión. La mejor información proviene de personas que conviven con perros y han sido testigos de situaciones agresivas en la vida real. Sin embargo, incluso con influencia genética sobre la agresión en perros, su entorno desempeña un papel aún mayor. Una adecuada socialización del perro es crucial para evitar agresiones, especialmente desde las primeras etapas de la vida del perro.

La agresión redirigida se produce cuando un perro en estado agresivo redirige su agresión de una fuente a otra. Un perro que le ladra a alguien detrás de una puerta, puede redirigir su agresión hacia un dueño que intenta abrir dicha puerta. Es más probable que ocurran problemas de agresión redirigida cuando hay Intervención humana en el conflicto de un perro. Por ejemplo, un humano que interviene en una pelea de dos perros puede experimentar una agresión dirigida hacia él mismo.

Sin embargo, cada vez que un perro entra en este estado, no significa que se producirá una redirección. Esto se debe, en parte, a las estructuras jerárquicas de la familia de un perro. A veces, un perro se muestra agresivo con un miembro que considera que está más alto en el orden jerárquico, mientras que no lo hará con otro.

La agresión defensiva también puede redirigirse. Por ejemplo, un perro que está asustado por el presencia de extraños o aterrorizados por ruidos fuertes podrían atacar a sus familiares más cercanos. Esta redirección de la agresión no es más que desahogar la frustración provocada por estas situaciones.

Ante conductas agresivas en un perro, es imprescindible acudir a un especialista en adiestramiento canino. Esto es para que puedan aplicar el método más seguro y eficaz para cada perro en particular. También es necesario ayudar a mostrar a los miembros humanos de la familia cómo pueden afrontar mejor estos problemas. Si bien se recomienda que ayudes a entrenar a tu perro en técnicas básicas de obediencia, reducir la agresión no es tan fácil como conseguir que un perro te dé su pata. Si no los entrenas eficazmente, puede tener consecuencias terribles. Alto, se recomienda llevarlos al veterinario y asegurarse de que no haya ninguna patología subyacente que pueda influir en su agresión repentina.

Cada caso de agresión canina es único y el éxito del tratamiento depende tanto del diagnóstico como de la capacidad y motivación de un dueño. Modificar el comportamiento es una herramienta útil para los animales que provocan respuestas de agresión. Estos modificadores pueden incluir contracondicionamiento, refuerzo positivo, habituación y desensibilización.

También es importante saber la diferencia entre un perro agresivo y uno que está jugando. El hecho de que un perro gruñe mientras juega no significa que esté intentando atacarte.

Si ha experimentado problemas con su perro al hacer muestras de agresión, compártelos en los comentarios a continuación. Incluya también las medidas útiles adoptadas para reducir esta agresión.

Si quieres leer artículos similares a ¿Por qué mi perro se muestra repentinamente agresivo conmigo? te recomendamos visitar nuestra categoría de Problemas de conducta.