Muchos perros son propensos a vomitar. Lo hacen cuando comen algo desagradable, cuando se han excedido o si hacen ejercicio demasiado pronto después de comer. Sin embargo, siempre hay una razón para ello, ya sea relativamente benigna o un síntoma de algo más grave. A veces, los perros pueden emitir los mismos sonidos de arcadas, pero en realidad no producen nada.
El hecho de que no se produzca vómito no significa que no haya ningún problema. De lo contrario, náuseas sin vomitar puede ejercer presión sobre la región abdominal de un perro y su sistema digestivo. Por este motivo es importante distinguir entre un perro que tiene arcadas y tos. Las causas de ambos son diferentes y requieren su propio tratamiento. Las náuseas pueden durar un par de segundos, pero no es raro que se prolonguen. Si es así, quizás te preguntes ¿Por qué mi perro tiene arcadas todo el tiempo? Wiki Animales te desvela las posibles causas para que sepas qué hacer a continuación.
Por qué tu perro sigue teniendo arcadas
Es común que los perros tengan arcadas o arcadas como preludio al vómito. Si el vómito es relativamente rápido y no hay otros síntomas, probablemente no haya nada de qué preocuparse. Sin embargo, si el perro sigue teniendo arcadas y hay otros síntomas presentes, es probable que sufra un trastorno digestivo. Si este es el caso, debes consultar a un veterinario.
Cuando un perro vomita varias veces, puede ir seguido de un período de náuseas. Esto se debe a que no queda contenido en su estómago para expulsar. Sin embargo, esta no es la única razón por la que los perros tienen arcadas. Lo más probable causas de las arcadas de un perro incluir:
- Eliminación de cuerpos extraños
- Faringitis y bronquitis crónica.
- Traqueobronquitis infecciosa canina (tos de las perreras)
- Torsión gástrica/dilatación del estómago
- Cinetosis
- Otras causas de náuseas en perros
A continuación, analizamos con más detalle estas causas de por qué su perro sigue teniendo arcadas. Quizás también te interese consultar nuestro artículo relacionado para saber si es normal que tu perro siga eructando y tosiendo.
Eliminación de cuerpos extraños
Una de las razones por las que un perro puede tener arcadas sin vomitar es la presencia de un objeto extraño. Si se ingieren, estos objetos pueden alojarse en la boca, garganta o esófago. Estos objetos pueden ser cualquier cosa, desde fragmentos de huesos, astillas, palos, agujas, ganchos, plástico, juguetes, trozos de tela o, esencialmente, cualquier cosa que puedan pasar por la parte superior de su garganta.
Si estos objetos tienen bordes cortantes pueden complicar la situación produciendo perforaciones en sus garganta. Si nuestro perro comienza a presentar hipersalivación, náuseas, ansiedad, frotarse la boca contra objetos o con las propias patas además de arcadas, es probable que exista la presencia de un cuerpo extraño. Si el objeto todavía está en la boca, es probable que se haya quedado atascado en la parte posterior de la lengua. Si este es el caso, puede ser relativamente fácil de extraer.
Los objetos atrapados en la garganta son más difíciles de sacar. Probablemente será necesario eliminarlos eliminado por un veterinario bajo anestesia. Si ve un hilo, no debe intentar sacarlo ya que el otro extremo puede estar adherido a una aguja y hacerlo podría causar daños graves. Si el objeto permanece dentro del cuerpo durante el tiempo suficiente, es posible que sea necesario recetar antibióticos para detener la infección. Los objetos que pasan por el esófago se pueden detectar con una radiografía y es posible que sea necesario extraerlos mediante un endoscopio o una cirugía abdominal. Al clavarse en la laringe, el perro tendrá tos, ahogo y problemas respiratorios.
Faringitis y bronquitis crónica.
Tener cualquiera de las condiciones anteriores también puede explicar las náuseas de nuestro perro. La faringitis en perros es la inflamación de la faringe, la detrás de la garganta. Hay muchas causas, pero los síntomas incluyen fiebre, tos, dolor al tragar, pérdida de apetito y náuseas. Si hay faringitis, puede ver que la parte posterior de la garganta se ha enrojecido y puede producir algo de pus. Tendremos que llevar a nuestro perro al veterinario para identificar la causa de la hinchazón y administrarle antibióticos. También es posible que se necesiten analgésicos.
La bronquitis en perros, especialmente la bronquitis crónica, es una enfermedad caracterizada por una tos que no desaparece incluso después de un tiempo. Afecta con mayor frecuencia a perros de mediana edad y ocurre debido a la inflamación de los bronquios y bronquiolos de los pulmones. Los bronquios son tubos que provienen del tráquea (tráquea) y pasa a los pulmones, dividiéndose finalmente en bronquiolos.
Cuando esto sucede, la tos causada por la inflamación se manifiesta en ataques, a menudo provocados por el ejercicio o la excitación. Después pueden aparecer náuseas que pueden ir acompañadas de escupidas. Esto puede confundir a los propietarios, ya que no se trata de vómito, sino de espuma blanca o saliva. No es tan común que sigan teniendo arcadas por la noche, ya que suelen disminuir al dormir.
Por eso las náuseas se consideran una síntoma de bronquitis, incluso si es inducido por tos previa. Se requiere tratamiento veterinario para evitar daños mayores que pueden ser irreversibles. Este tratamiento será una combinación de medicamentos y medidas preventivas para estos ataques de tos.
Traqueobronquitis infecciosa canina (tos de las perreras)
Por su frecuencia hemos dedicado un apartado completo a otro tipo de bronquitis. Esta es otra razón por la que su perro puede tener arcadas. Quizás no hayas oído hablar del término científico traqueobronquitis, pero quizá lo hayas oído por su nombre común ‘tos de las perreras‘. Esto se debe a que su contagiosidad conduce a una rápida propagación entre perros, especialmente aquellos alojados en perreras o refugios comunitarios.
Esta infección se transmite al toser y estornudar, pero también se puede transmitir a través de la ropa o los juguetes. Con la tos de las perreras, es probable que un perro también presente otros síntomas, como producir esputo blanco, además de tos. Al final de la tos, escuchará náuseas que pueden ayudar a distinguirla de otras enfermedades. Al igual que ocurre con la bronquitis crónica, puede provocar ataques de tos que terminan en náuseas. En ocasiones se puede producir una expectoración en forma de espuma blanca. Si es blanco, está bien. Si es de cualquier otro color, puede haber motivo de preocupación.
En los casos más leves, puede producirse fiebre, pérdida de apetito y letargo. En casos más graves puede haber secreción mucopurulenta (mucosidad) nasal y ocular, estornudos, dificultad para respirar y, potencialmente, neumonía.
La mayoría de los perros, sin embargo, mantienen su humor y apetito habituales, no muestran ningún favor y realmente tosen sólo con arcadas. Requiere tratamiento veterinario, pero, como siempre, lo mejor es la prevención. Si nuestro perro está en contacto con otros caninos, como en el parque canino o si necesita pasar tiempo en una perrera, es importante haber seguido correctamente su calendario de vacunación. En caso de que algún animal esté enfermo, es necesario mantenerlo aislado.
Torsión gástrica/dilatación del estómago
Esta es quizás la causa más urgente de náuseas en perros debido a su posible muerte. La detección temprana puede salvar la vida de un perro. La torsión/dilatación gástrica del estómago implica dos procesos que son los siguientes:
- dilatacion gástrica: en esta circunstancia, el estómago se estira debido a la acumulación de gases y líquidos.
- torsión gástrica: en esta etapa, un estómago distendido gira sobre su eje longitudinal lo que impide vaciarlo. Este es el elemento de torsión. El contenido del estómago luego fermenta debido al ácido que contiene, lo que aumenta la distensión. La circulación sanguínea en la zona también se ve afectada y puede provocar necrosis de la pared del estómago e incluso perforación. Si esto sucede, el perro sufrirá un shock tóxico y probablemente morirá.
Aunque esta condición puede ocurrir en cualquier perro, las razas más grandes son más propensas a desarrollarla. La ingesta rápida de alimentos, beber agua demasiado rápido y el ejercicio vigoroso antes o después de comer pueden ser la causa principal. Puede ser una razón por la cual el perro sigue atragantándose por la noche ya que el movimiento durante el sueño puede agravar el problema.
Los síntomas incluyen nerviosismo, hipersalivación, náuseas, dolor abdominal. hinchazón y náuseas son todos síntomas de torsión gástrica. Es probable que el perro sienta dolor si le tocamos la barriga y adopte posturas anormales. Una radiografía puede confirmar si se trata de distensión o si se ha producido una torsión. En este último caso, será necesaria la cirugía.
Cinetosis
El mareo es otra razón por la que un perro puede tener arcadas. Este es un trastorno relativamente común y se produce cuando viajamos con nuestro perro en un coche u otro vehículo. Además de las arcadas, también podemos notar nerviosismo, inquietud, hipersalivaciónnáuseas e incluso vómitos.
Si necesitas transportar a tu perro con regularidad y sufre mareos, debemos consultar a nuestro veterinario para que le recete medicación. Esto se puede tomar antes de que el perro viaje y debería evitar que se produzcan mareos. Mientras tanto, si necesitas llevar a tu perro en el coche, no dejes que comer o beber un rato antes del viaje para que sea menos probable que tengan arcadas o vómitos. El mareo por movimiento es más común en los cachorros y a menudo desaparece con la edad.
Otras causas de náuseas en perros
Finalmente, también podemos observar náuseas en perros por otras razones. Si los ves comiendo algo de hierba, es común verlos con arcadas un rato después. Aunque no está del todo claro por qué los perros comen hierba, se cree que actúa como irritante del estómago si el perro desea eliminar algo. Esto puede explicar por qué su perro puede tener arcadas o incluso vomitar. Si vemos a nuestro perro comiendo hierba con demasiada frecuencia, debemos llevarlo al veterinario para ver si tiene alguna afección subyacente.
Por otro lado, la ingesta de hierbas o tierra puede provocar que nuestro perro se infeste de huevos de nematodos. Estos se encuentran entre los tipos más comunes de gusanos que se encuentran en los perros. Se parecen un poco a los espaguetis y, a veces, se pueden ver en el vómito o las heces de un perro infectado. En los cachorros más pequeños, las larvas de estos parásitos pueden acabar en los pulmones y provocar tos, náuseas y náuseas. Un veterinario podrá prescribir el programa de desparasitación correcto.
Si su perro sigue teniendo arcadas, podría ser una de las señales comunes de que está enfermo. Nuestro vídeo a continuación le muestra los otros síntomas más frecuentes:
Este artículo es puramente informativo. Wiki Animales no tiene autoridad para prescribir ningún tratamiento veterinario ni elaborar un diagnóstico. Te invitamos a llevar a tu mascota al veterinario si padece alguna afección o dolor.
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