Es posible que hayas visto recientemente algunos vídeos que circulan por Internet sobre gatos comiendo helado y experimentar «congelación cerebral». Antes de lanzarte a probar esto también, debes preguntarte si es buena idea darle helado a tu gato, o si podría afectar negativamente a su salud. Al alimentar a un gato con comida humana, como cuidadores debemos comprender que parte de esta comida no es buena y puede ser tóxica para nuestros gatos.
Aunque el helado es irresistible para los humanos, en realidad es perjudicial para los gatos. Sigue leyendo este artículo de Wiki Animales para descubrirlo si los gatos pueden comer heladoo por extensión, por qué no deberían hacerlo.
¿Puedo dejar que mi gato coma helado?
Comer un delicioso helado y experimentar un «congelamiento cerebral» no es la experiencia más placentera. Al ver estos videos de gatos comiendo helado y congelados físicamente por el shock, experimentan el mismo congelamiento cerebral que nosotros, como humanos. Pero, ¿qué es exactamente la «congelación cerebral»? te explicamos:
Al ingerir alimentos fríos a gran velocidad, el cuerpo es «tomado por sorpresa», por lo que las arterias se dilatan a mayor velocidad y afectan el nervio trigémino. El nervio trigémino, también llamado quinto par craneal, es, entre otras funciones, el encargado de llevar información de estímulos al cerebro. Esta información de estímulos es recibida por los niveles bucal y mandibular. El malestar comienza en la boca, se traslada a la garganta y a todos los nervios circundantes. Esto es lo que provoca la sensación de «cerebro congelado», que en términos medicinales se conoce como ganglioneuralgia esfenopalatina. Por eso, además de los problemas con el contenido de azúcar, no se recomienda dar helado a los gatos.
La ganglioneuralgia esfenopalatina no sólo provoca una confusión general de los sentidos, sino que también puede provocar dolores agudos o migrañas en nuestros animales. En conclusión, una situación muy desagradable.
Los gatos odian el frío
Cualquiera que tenga un gato en casa sabe lo mucho que le gusta tumbarse al sol, recoger y recibir todo el calor posible. En otoño e invierno, cuando no hay sol, los gatos se acurrucan en lugares más cálidos: cerca de estufas, electrodomésticos o simplemente entre mantas mullidas y cálidas que pueden encontrar. La razón es que los gatos odian el frío y lo encuentran increíblemente desagradable.
A temperatura corporal del gato es un poco más alta que la de los humanos (entre 38 y 39 grados centígrados), por lo que sienten el frío con más facilidad que nosotros. Entonces, incluso si comer helado es algo delicioso para un humano, lo más probable es que los gatos no estén de acuerdo.
¿Pueden los gatos comer azúcar?
Las papilas gustativas de un gato no detectan sabores dulces y azucarados. Si crees que cuando le das helado a tu gato, lo encontrará rico y sabroso, entonces eso no es del todo cierto. Las razones por las que los gatos no tienen la capacidad de saborear lo dulce no están muy claras. Se cree que quizás sea un mecanismo de seguridad natural, ya que los dulces hacen estragos en el organismo de un felino.
¿Qué pasa cuando le das algo dulce a un gato?? Pues sufrirá de: calambres, gases y malestar estomacal. El helado puede incluso provocar diarrea en los gatos, por lo que tanto los dulces como el helado están prohibidos para los gatos.
¿Los gatos son intolerantes a la lactosa?
Los dibujos animados han sido los encargados de introducirnos en la idea de que los gatos son amantes de la leche. Son innumerables las escenas de gatitos robando biberones de leche o esperando ansiosos que les llenen el plato con este líquido cremoso. Sin embargo, la verdad es que la leche que consumimos los humanos, que en su mayoría proviene de vacas, contiene demasiada grasa para que la pueda soportar el estómago de un felino. Por eso, cuando lo beben, los gatos experimentan indigestión y sufren diarrea y gases. Si este malestar se prolonga, un gato puede deshidratarse, lo que resulta increíblemente peligroso para su salud. Por supuesto, esta situación no ocurre en todos los felinos. Algunos gatos han consumido leche desde que eran pequeños y han seguido haciéndolo durante la edad adulta y es poco probable que desarrollen intolerancia a la lactosa.
Leche y productos lácteos forman parte de los ingredientes principales con los que se elabora el helado, por lo que este es otro motivo más para no darle helado a tu gato, sobre todo si ha mostrado signos de intolerancia.
¿Pueden los gatos comer chocolate?
¡No! El chocolate es tóxico para los gatos.
El chocolate contiene teobromina, un compuesto que se encuentra en la cáscara del cacao y que estimula el sistema nervioso de forma similar a la cafeína. El cuerpo de un gato no puede procesar esta sustancia, por lo que si le permites consumirla con frecuencia, la teobromina se acumulará lentamente en el cuerpo del gato. Las molestias que acompañan a esta acumulación incluyen problemas estomacales como diarrea y calambres, además de vómitos y polidipsia. Prolongado y excesivo consumo de chocolate por gatos puede provocar la muerte del animal. Por supuesto, si tu gato ingiere accidentalmente pequeñas cantidades de chocolate, no debería mostrar signos de intoxicación. El problema radica cuando la cantidad ingerida es muy grande o, como comentábamos antes, se consume con frecuencia.
¿Pueden los gatos comer helado natural?
Si el helado es casero y ha sido elaborado con: fruta natural, leche sin lactosa y sin azúcar, es posible que un gato pueda comerlo.
Sin embargo, para prevenir ganglioneuralgia esfenopalatina Para que no se produzca, es imprescindible sacar el helado del congelador con antelación, antes de ofrecérselo a tu animal. Asimismo, esto sólo debe darse como premio en los días calurosos, como una posible forma de combatir la deshidratación, por ejemplo.
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