Desórdenes neurológicos Son aquellos que afectan al sistema nervioso central y/o periférico de los gatos. Pueden ser el resultado de enfermedades adquiridas, traumatismos, herencia genética y otras causas, algunas de las cuales son idiopáticas. Las enfermedades neurológicas que afectan a los gatos pueden ser infecciosas, inflamatorias, metabólicas, vasculares y degenerativas. Los dos problemas neurológicos más comunes en los gatos están relacionados con la epilepsia y el síndrome vestibular. Un diagnóstico requerirá examen, historia del paciente y diversas pruebas analíticas. Muchos trastornos neurológicos en gatos no se pueden curar, pero se pueden controlar, especialmente con una detección temprana.
En Wiki Animales analizamos las diferentes tipos de trastornos neurológicos en gatos. Entendemos sus diferentes causas y síntomas, además de analizar los mejores métodos para tratar problemas neurológicos en gatos.
síndrome vestibular
Los gatos pueden presentar dos tipos de síndrome vestibular: central y periférica. El sistema vestibular se encuentra en el oído interno y forma parte del sistema auditivo, junto con la cóclea. Interviene en el mantenimiento del equilibrio y la orientación, algo muy importante en los felinos que se caracterizan por su agilidad. Su cuerpo está muy coordinado y el sistema vestibular ayuda a que cada parte sepa dónde estar en relación con otra. El síndrome vestibular puede ser unilateral o bilateral, dependiendo de si afecta a uno o ambos oídos, respectivamente.
- Síndrome vestibular central: afecta los núcleos nerviosos vestibulares ubicados en el sistema nervioso central.
- Síndrome vestibular periférico: afecta los nervios periféricos y las estructuras del oído interno.
Como el sistema vestibular ayuda con la coordinación y la estabilidad, sus alteraciones pueden provocar descoordinación y otras manifestaciones físicas. Estos incluyen el gato inclinando la cabeza hacia un lado, ataxias (pérdida de coordinación del movimiento) y nistagmo (movimiento involuntario de los ojos). El nistagmo ocurre lateralmente en el síndrome vestibular central y periférico, pero sólo verticalmente en el síndrome vestibular central.
El tratamiento del síndrome vestibular en gatos variará según la causa subyacente. No existe un tratamiento específico y genérico para todos los casos. Es imprescindible que acudamos a un veterinario si sospechamos que nuestro gato puede tener síndrome vestibular de cualquier tipo.
Epilepsia
La epilepsia es el trastorno neurológico más común en los gatos, en parte porque se refiere a un grupo de afecciones más que a un trastorno específico. La epilepsia se define como convulsiones repetidas periódicamente. Entre las convulsiones, el gato parece completamente normal. La epilepsia provoca una activación repentina de un grupo de neuronas que provocan sobreexcitación y agitación del cuerpo del gato. Actúa sobre un grupo muscular específico (fepilepsia local) o en todo el cuerpo (crisis epiléptica generalizada).
Las causas de la epilepsia en gatos pueden ser idiopáticas, es decir, sin origen aparente. También puede ser consecuencia de enfermedades que afectan al cerebro, trastornos vasculares, hipoxia, alteraciones en el hígado o el riñón (encefalopatía hepática o urémica) o deficiencia de tiamina.
El tratamiento de la epilepsia debe incluir medicamentos como fenobarbital para reducir la frecuencia e intensidad de los ataques. También ayudará a prevenir convulsiones continuas que duren más de 10 minutos. Las convulsiones prolongadas pueden provocar un aumento de la temperatura corporal (hipertermia) que puede ser mortal. En crisis epilépticas de emergencia se puede utilizar diazepam rectal o anticonvulsivos intravenosos, así como otros tratamientos para estabilizar al gato y prevenir la hipertermia.
La epilepsia es la causa más común de convulsiones en gatos, pero no es la única razón de esta afección. Echa un vistazo a nuestro artículo sobre por qué tu gato tiene convulsiones para obtener más información.
Enfermedades de la columna
La médula espinal se divide en cuatro unidades funcionales: las áreas cervical, torácica, lumbar y lumbosacra. Dependiendo del área afectada, estos producen combinaciones de síndromes de neurona motora superior e inferior en las extremidades delanteras y traseras.
Trastornos de la columna toracolumbar o lumbosacra
Los signos clínicos que probablemente indiquen una alteración de la médula espinal incluyen paresia (insuficiencia motora parcial) o paraplejía (insuficiencia motora total). Esto puede ocurrir en una o más extremidades, según la enfermedad y la ubicación de la lesión en la médula espinal. Por ejemplo, si se afecta la médula lumbosacra (la zona desde la región lumbar hasta el inicio de la cola), se producirá una paresia de las dos extremidades posteriores.
Si la zona afectada es la zona toracolumbar (desde el segmento medular T2 hasta el segmento lumbar), la paresia es de la neurona motora superior, donde los reflejos son inversos o son normales o aumentados en las patas traseras.
Las causas de estos trastornos de la columna toracolumbar o lumbosacra son hernias, embolizaciones fobrocartilaginosas, neoplasias, espondilosis, discespondilitis o estenosis lumbosacra degenerativa, entre otras.
Trastornos de la columna cervical
La forma más grave se produce cuando el problema de columna se localiza en los primeros segmentos raquídeos. Estos están ubicados en el cuello y de regreso a la segmento espinal T2. Esto resulta en ataxia y parálisis de las cuatro extremidades. Cuando la lesión se localiza en la primera mitad (segmento C1-C5), se produce un síndrome de motoneurona superior en las cuatro extremidades. Si ocurre en el segmento C6-T2, se produce un síndrome motor inferior en las extremidades anteriores.
Las causas son la enfermedad del disco cervical, cartilaginosa. embolizaciónsubluxación atlantoaxial o síndrome de Wobbler (espondilopatía cervical), entre otros.
Enfermedades de las meninges.
Otra zona que puede verse afectada son las meninges. Estas son las membranas que recubren el sistema nervioso central y la médula espinal. Las meninges tienen tres capas.
Las meninges pueden verse afectadas de varias maneras y la ubicación de una infección ayuda a determinar la enfermedad:
- Meningitis: cuando las meninges se infectan de forma aislada
- meningoencefalitis: cuando también infecta el cerebro.
- meningomielitis: cuando la médula espinal también está infectada.
El síntoma más típico de las infecciones de las meninges es el dolor, que provoca rigidez cervical aguda e hiperestesia del cuello y la columna. El gato también puede tener convulsiones y alteraciones del comportamiento, así como fiebre, anorexia y letargo. Otro problema de la inflamación de las meninges es que puede provocar hidrocefalia al reducir la absorción de líquido cefalorraquídeo en el espacio subaracnoideo y los senos venosos.
Este trastorno se diagnostica determinando un aumento de glóbulos blancos a partir de una muestra de líquido cefalorraquídeo. Se puede realizar un cultivo del líquido y PCR viral, o un análisis de sangre y orina. Los agentes implicados en los gatos pueden ser parásitos (Toxoplasma gondii), hongos (Criptococo neoformans) o virus. Estos últimos incluyen la leucemia felina, el herpesvirus felino, el virus de la peritonitis infecciosa felina o el virus de la panleucopenia felina. El tratamiento estará sujeto a la causa subyacente.
Enfermedades de los nervios craneales.
En los gatos, los nervios craneales salen del cerebro o del tronco del encéfalo e inervan estructuras de la cabeza. Cuando están dañados también pueden producir signos de trastornos neurológicos en los gatos. Veamos algunos ejemplos:
- Daño al nervio trigémino (par V): inerva la cabeza, provoca falta de sensibilidad y dificulta los músculos necesarios para masticar. Por este motivo, es posible que notes que el gato no come tanto.
- Ddaño al nervio facial (nervio VII): hace que las orejas y los labios se aflojen, se filtren desde los conductos lagrimales y se reduzca la destreza de la lengua. El daño a este nervio puede ser causado por otitis media o infecciones del oído interno.
- Daño al nervio glosofaríngeo (par IX), al nervio vago (par X) y al nervio accesorio (par XI): estos se encargan de controlar la actividad motora del esófago para la deglución. El resultado suele ser dificultad para tragar, regurgitación, cambios en la vocalización, sequedad de boca, disnea inspiratoria, atrofia de la musculatura cervical (en caso de lesión de nervios accesorios), etc.
- Daño al nervio hipogloso (par XII): inerva la lengua provocando parálisis y atrofia, dificultando la ingesta de alimentos.
Aunque estos son los Trastornos neurológicos más comunes en gatos, hay muchos más que pueden afectar el sistema nervioso central, provocando otros signos de gravedad como un derrame cerebral. Por este motivo, es fundamental realizar una adecuada medicina preventiva y acudir a controles rutinarios para detectar cualquier anomalía lo antes posible. Si observas alguno de los síntomas neurológicos mencionados, no dudes en llevar a tu gato al centro veterinario más cercano.
Este artículo es puramente informativo. Wiki Animales no tiene autoridad para prescribir ningún tratamiento veterinario ni elaborar un diagnóstico. Te invitamos a llevar a tu mascota al veterinario si padece alguna afección o dolor.
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Bibliografía
- Aybar, V., Casamián, D., Cerón, JJ, Clemente, F., Fatjó, J., Lloret, A., Luján, A., Novellas, R., Pérez, D., Silva, S., Smith , K., Tegles, F., Vega, J. y Zanna, G. (2018). Manual Clínico de Medicina Felina. Ed. SM Publishing LTD. Sheffield, Reino Unido.