¿Alguna vez terminaste con uno o dos rasguños debido a demasiadas peleas con tu gatito? Si bien puede parecer lindo e inofensivo, la agresión durante el juego en los gatos puede evolucionar hacia un comportamiento problemático. Es importante saber que su gato no está siendo «travieso», es natural. Pero también es esencial enseñarles límites de juego adecuados para evitar esos dolorosos mordiscos de amor.
En este artículo, profundizaremos en la comprensión de las causas de este comportamiento felino luchador. Discutiremos cómo manejarlo, sugeriremos formas de redirigir esa energía luchadora de manera segura y compartiremos cómo enseñarle a su gato a jugar sin convertir su mano en un rascador personal. ¿Listo para cambiar las reglas del juego en la rutina de juego de tu mascota? Entremos.
De lindos rasguños a golpes dolorosos: estableciendo límites
Si alguna vez le has dado la bienvenida a un nuevo gatito a tu casa, probablemente no seas ajeno a los innumerables «rasguños de amor» que adornan tus manos, esas juguetonas cicatrices de batalla que dejan las garras diminutas y los dientes de leche.
Esta es la inconfundible insignia de propiedad del gatito, una historia contada mediante líneas de puntos y pequeñas muescas con dientes en la tierna piel humana.
Sí, todo es diversión y juegos cuando esos adorables bultos felinos son pequeños y sus juguetones ataques apenas pican.
Pero a medida que las semanas se convierten en meses, esos lindos e inofensivos golpecitos se transforman en ataques no tan agradables. Ahí es cuando te das cuenta de que ya es hora de enseñarle algunos límites a tu bola de pelos.
Sin embargo, recuerde que cuando se trata de enseñar nuevos comportamientos, la coherencia es la regla de oro.
Tenga cuidado de no fomentar esas interacciones lindas pero potencialmente agresivas entre sus manos y su bola de pelos bebé.
Ser adorable hoy puede convertirse fácilmente en un tema espinoso mañana, y no querrás quedarte luchando contra un mal hábito difícil de dejar.
Las razones de la agresión felina durante el juego
Tu gatito no se está portando «malo». Al jugar, todos los mamíferos jóvenes imitan algún tipo de comportamiento adulto que les será útil a medida que crezcan.
Con los gatitos, es cazar o pelear. Observa una camada de gatitos dando vueltas sobre la alfombra y verás el mismo tipo de agresión juguetona que se muestra entre ellos.
Es su forma de practicar las rutinas de caza y lucha que la naturaleza pretendía que utilizaran cuando fueran gatos adultos.
Claramente, no hay nada malo en el juego agresivo en sí. El problema comienza cuando el objetivo es la delicada mano humana. La solución pasa por redirigir la agresión hacia objetivos más adecuados.

Agregar un compañero de juegos para tu gatito
Otro gatito puede ser el objetivo perfecto, o más bien un compañero, para un juego agresivo.
Protegidos por su pelaje, los gatitos parecen conocer sus propios límites y umbrales y, por lo general, no hay necesidad de intervenir en su juego agresivo.
Obviamente, la decisión de acoger a un segundo gatito es más compleja que eso. No le darás un juguete a tu gatito, sino que te comprometerás a cuidar de otro felino durante las próximas décadas.
Sin embargo, si puedes proporcionarle un hogar a otro gatito, recuerda que, en términos de comportamiento, criar dos gatitos es en realidad más fácil que criar uno.
Se mantienen ocupados mutuamente y son los mejores compañeros de juego para cualquier tipo de juego de gatitos, incluidos los agresivos.
Redirigir la agresión durante el juego hacia un juguete
Un juguete para gatos es una salida perfecta para toda esa agresión juguetona reprimida. Utilice juguetes parecidos a cañas de pescar para iniciar sesiones de juego interactivo con su gatito.
Esta es una excelente manera de interactuar con tu gato manteniendo tus manos fuera de su alcance.
Utilice una variedad de juguetes, ya sean comprados o hechos en casa, pero asegúrese de que creen una distancia suficiente entre el gatito y sus manos.
Gira los juguetes y mantenlos fuera de su alcance cuando no estés jugando con tu gatito.
Esto los mantendrá frescos y atractivos cuando los saques (y puede evitar que tu gatito se enrede en los hilos mientras estás fuera).

Cómo soltar tus manos
Tus dedos son realmente tentadores. Con un gatito vibrante, o incluso un gato, a veces es muy fácil encontrar tu mano apretada con dientes y garras.
A menudo, no penetrarán la piel, sino que se acercarán dolorosamente a ese punto. Es probable que en este momento tu gato esté muy emocionado y se sujete fuerte sin soltar su codiciado premio.
Qué no hacer:
1. Evite fugas forzadas
Cuando un gato te agarra la mano con los dientes o las garras, no intentes retirarla con fuerza.
El instinto felino es apretar más cuando la presa intenta escapar, y sin darte cuenta podrías exacerbar la situación y terminar con dolorosos rasguños e incluso mordeduras.

2. Abstente de alzar la voz
No se recomienda gritarle o gritarle a su gato en este escenario. Los gatos no responden positivamente a los ruidos fuertes y, en este punto, no piensan con claridad.
Alzar la voz puede aumentar su estrés y agravar la situación, llevándolo a volverse aún más agresivo debido al miedo.
3. Nunca recurras al castigo físico
Nunca golpees a tu gato, ni en esta situación ni en ninguna otra. El castigo físico no sólo dañará a tu gato, sino que también generará desconfianza y miedo.
Esto puede hacer que su gato se vuelva más agresivo, lo que podría generar un ciclo de estrés y miedo tanto para usted como para el gato.
Las interacciones futuras pueden volverse más volátiles, y es más probable que el gato muerda y rasque por miedo.
Qué hacer:
1. Mantenga una postura relajada
Mantenga relajada la mano capturada por los dientes y las garras del gato. Si te pones tenso, puedes provocar aún más los instintos depredadores del gato, lo que te dificultará salir de la situación.

2. Mantén la calma y no confrontaciones
Trate de mantener una actitud tranquila y evite hacer contacto visual directo con su gato. En el mundo felino, el contacto visual directo puede percibirse como una amenaza o un desafío, lo que puede agravar la situación.
3. Proporcione distracciones
Usa tu mano libre para agarrar un juguete u otro objeto para desviar la atención de tu gato. Redirigir la atención del gato lejos de tu mano y hacia un objeto menos dañino puede ayudar a calmar la situación.
4. Participar en diversiones lúdicas
Haz movimientos divertidos con la distracción que hayas elegido. Esto podría incitar a tu gato a soltar tu mano para perseguir a su «nueva presa».
Esta táctica puede convertir una situación tensa en una interacción más lúdica, ayudando al gato a redirigir su energía de manera positiva.
5. Utilice distracciones ambientales
Si no puedes alcanzar un objeto adecuado, crea una desviación con tu mano libre.
Golpee una superficie o haga ruidos de rasguño en la tela: cualquier cosa que llame la atención de su gato y le haga perder interés en su «presa actual» (su mano), centrándose en su lugar en la nueva atracción.
6. Espere la liberación
Espera a que tu gato suelte tu mano, o mejor aún, que la suelte por completo. Intentar retirar la mano con fuerza mientras el gato todavía tiene un agarre firme podría provocar lesiones.
7. Retirar con seguridad
Una vez que esté seguro de que puede retirar la mano de manera segura, hágalo rápida pero suavemente, moviendo la mano fuera del alcance inmediato del gato.
Una acción rápida puede evitar que el gato restablezca su agarre, mientras que un movimiento suave minimizará el riesgo de provocar una respuesta de miedo.
8. Permitir un período de reflexión
Después de un incidente de este tipo, es beneficioso tomarse un descanso y darle algo de espacio a su gato.

Este período de reflexión les permitirá a usted y a su gato calmarse y restablecerse antes de intentar volver a jugar u otras formas de interacción.
Se consistente
No permita agresión juguetona de ninguna forma. Siempre que tu gatito dirija su agresión hacia ti, ya sean tus manos, tobillos o cualquier otra parte del cuerpo, utiliza el método descrito anteriormente para separarte.
Tampoco permitas que juegues con agresión cuando tus manos o pies estén debajo de las sábanas.
Recuerde brindarle alternativas a su gatito, ya sea trayendo un segundo gato a su casa o usando juguetes para gatos.
Tenga en cuenta que este es un comportamiento natural en los gatitos y gatos jóvenes. Es más que probable que superen esta fase en algún momento.
Maneja esto correctamente, sin gritarle ni castigar a tu gato, y deberías poder cruzar la infancia con la piel intacta.
Y sí, todavía puedes acariciar a tu gatito. Solo espera a que el pequeño bicho tenga sueño y se relaje.
Si tu gato es mayor o simplemente no estás seguro de por qué muerde y araña, consulta nuestro artículo sobre los motivos de los ataques de gatos para ver si podría haber otro problema aquí.
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