A pesar de la gran convivencia entre humanos y gatos, todavía nos sorprenden aspectos de su comportamiento. Por eso, en este artículo de Wiki Animales nos centraremos en cómo reconocer y calmar a un gato hiperactivo.
Primero definiremos el comportamiento al que nos vamos a referir, luego explicaremos qué pautas podemos seguir para ayudar y comprender a nuestro gato y, sobre todo, diferenciaremos el comportamiento normal de un gato sano del que puede requerir el trabajo de un profesional. Descubrir cómo calmar a un gato hiperactivo así como otros consejos básicos para su bienestar:
Actividad del gato
En primer lugar, es fundamental conocer cuál es un comportamiento habitual de los gatos, para saber en qué casos su actividad puede entenderse como patológica y cuándo, por el contrario, es la actividad normal de un individuo de sus características. Para ello es importante saber que la actividad del gato estará relacionada con su edad.
Así, desde pequeño será fácil observarlo jugando con cualquier objeto susceptible de ser atrapado, mordido o golpeado. No es raro correr o saltar a gran velocidad, escalar alturas importantes o incluso escalar la pared. Esta intensa actividad es completamente normal en un gatito y es señal de buena salud. Es en esta etapa cuando debemos sentar las bases del juego “seguro”, es decir, desviar su atención del juego con los dedos o atrapar nuestros pies y ofrecerles una gama de juguetes adecuada. Sólo implementando esta medida podrás ayudar a calmar a un gato hiperactivo, como veremos.
No es necesario comprar mecanismos sofisticados. Una bola de papel de aluminio o una linterna para iluminar una pared pueden garantizar horas de entretenimiento. También es muy importante ofrecerles un entorno seguro, teniendo en cuenta su gusto por las alturas y tu capacidad para esconderte en los lugares más insospechados y recónditos. Por ello, debemos examinar nuestra vivienda con “ojos de gato” para eliminar o reducir cualquier peligro, como por ejemplo utilizar ventanas y balcones. redes de mosquitos.
Una vez pasados los primeros años de vida veremos que, en un buen número de gatos, la actividad desenfrenada y las horas de juego disminuyen, aunque este aspecto también dependerá del carácter del gato, que será más o menos juguetón. y activo.
Hacia el final de su vida, normalmente alrededor de los diez años, observaremos que el gato pasa casi todo el tiempo durmiendo y descansando, quedando el juego relegado a momentos muy concretos. Todos los gatos, incluso los más mayores, pasan con mayor o menor frecuencia por lo que podríamos llamar el «hora loca del gato«, fácilmente reconocible porque el gato, de repente y sin necesidad de estimulación real, adopta una postura de ataque, con el pelo de la espalda erizado y de lado, saltando.
Por lo general, salen corriendo en una dirección que sólo ellos conocen. Después de unos minutos de corriendo loco regresan a un estado de calma como si nada hubiera pasado. Esta situación es completamente normal y no debe ser motivo de alarma por hiperactividad, por lo que la actividad de los gatitos, aunque sea elevada, tampoco debe ser motivo de preocupación.
Cuando la hiperactividad es un problema
Cuando afecta a la vida normal del gato y le provoca ansiedad o estrés, es momento de buscar ayuda profesional. Serían gatos inquietos, que no pueden quedarse quietos e incluso maullar en exceso o causar daños en los muebles debido a su constante actividad.
Lo primero, como siempre, es descartar una patología de origen físicoes decir, es necesario acudir al veterinario para una revisión, sobre todo si la hiperactividad surge de forma repentina, si el tuyo era hasta ahora un gato tranquilo, y se acompaña de pérdida de peso aunque se interrumpa la ingesta de agua y comida. aumenta.
Se sabe que los trastornos de la glándula tiroides (hipertiroidismo) puede provocar una actividad exagerada, por lo que el gato presenta dificultades para permanecer quieto. El diagnóstico se realiza mediante la palpación de la glándula en el cuello (estará agrandada) y/o midiendo las hormonas tiroideas mediante un análisis de sangre.
Medidas para ayudar
Mientras espera el asesoramiento profesional de un etólogoSi es necesario, podemos implementar las siguientes medidas con el fin de canalizar la energía y calmar a nuestro gato hiperactivo:
- Enriquecimiento ambiental: podemos preparar nuestra casa para que se convierta en un desafío para nuestro gato, incluyendo juguetes en los que tendrá que cazar su comida. Rascadores de varias alturas, hamacas, estanterías, hierba gatera o incluso, si es posible, el acceso a un exterior controlado y seguro, pueden reconducir la hiperactividad de nuestro gato.
- Saber detenerse y decir “no” cuando, por ejemplo, su actividad nos resulta perjudicial en forma de rasguños o mordiscos. En estos casos no debemos regañarles ni mucho menos pegarle al gato, sólo tenemos que redirigir su actividad a otro objeto. En este sentido también es importante que aprendamos a reconocer las señales de que nuestro gato está molesto con nuestro contacto o quiere terminar el juego. Insistir puede provocar una reacción repentina. Por otro lado, las sesiones de caricias relajantes pueden ser un buen calmante para algunos gatos hiperactivos, teniendo cuidado de suspenderlas si sentimos que están sobreestimulados.
- El dilema de tener otros animales en casa para hacerles compañía. En ocasiones, resulta muy beneficioso para un gato tener la compañía de otro ejemplar de su especie o incluso de un perro. Y, si bien es cierto que el juego entre ellos puede ayudar a un gato hiperactivo, en realidad podemos vernos con dos problemas en lugar de uno. Antes de tomar esta importante decisión, es necesario saber que no todos los gatos toleran la compañía y que es normal que haya un periodo más o menos largo de adaptación entre ambos. Es fundamental que los gatos tengan la misma energía para no agravar el problema.
- Las Flores de Bach, podrán ser testadas en estos casos según las pautas marcadas por el veterinario especializado o terapeuta floral, siempre tras un chequeo completo.
- Piensos y premios específicos, ya que existen en el mercado productos que contienen sustancias calmantes que pueden ayudar a relajar a nuestro gato hiperactivo.
- Feromonas, que son sustancias que los gatos segregan de forma natural y los calman. Por tanto, cuando se prescriben, tienen un efecto calmante. Se pueden pulverizar o utilizar como difusor.
- Medicación, si nos encontramos ante un caso muy grave, es posible utilizar fármacos como los ansiolíticos que siempre tienen que ser prescritos por un veterinario.
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