En este artículo de Wiki Animales hablaremos de la ciclosporina para gatos, un fármaco conocido por su efectos antiinflamatorios. Se utiliza para combatir diferentes patologías que provocan como síntoma la inflamación. Dado que actuará sobre el sistema inmunológico de diversas formas, es fundamental que sólo lo administremos a un gato bajo supervisión veterinaria y con prescripción válida.
A continuación, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre ciclosporina para gatos. Esto incluye cómo se debe administrar el fármaco, en qué casos no es adecuado y, sobre todo, qué efectos secundarios podemos esperar si el gato presenta una reacción adversa.
¿Qué es la ciclosporina para gatos?
La ciclosporina es un fármaco que se incluye en el grupo de los agentes inmunomoduladores, ya que tiene la capacidad de influir en el sistema inmunológico. En concreto, funciona aumentando o disminuyendo su respuesta. Tiene un efecto inmunosupresor selectivo, ya que afecta a los linfocitos T, células que se forman en la médula ósea y pertenecen al sistema inmunológico.
La ciclosporina en gatos tiene un antiinflamatorio y efecto antipruriginoso. Influye en la producción de diferentes sustancias que se asocian con la inflamación, algo similar a los AINE para gatos. Esta acción es relativamente rápida. Incluso cuando se administra por vía oral en ayunas, alcanza la concentración máxima en sangre en 1-2 horas. Se metaboliza en el hígado.
La inflamación en gatos puede aparecer en casi cualquier parte del cuerpo, algo que investigamos en estos artículos sobre por qué la nariz de un gato está hinchada y por qué las encías de un gato están rojas e hinchadas.
¿Por qué se les da ciclosporina a los gatos?
La ciclosporina se utiliza frecuentemente para el tratamiento de una enfermedad conocida como dermatitis alérgica crónica. Esta patología suele presentarse con picor, inflamación de la piel, irritación (especialmente en cabeza y cuello), caída simétrica del cabello, etc. Estos signos pueden ser compatibles con otras enfermedades de la piel, por ejemplo parasitosis, infecciones, alergias alimentarias y otras.
Por eso es fundamental que sea un veterinario quien haga el diagnóstico y determine la necesidad de administrar ciclosporina, en lugar de que medicemos a nuestro propio gato. Además, la ciclosporina es sólo una de las herramientas utilizadas para tratar esta dolencia, por lo que el veterinario tendrá que prescribir otros fármacos y diferentes medidas para abordar los problemas. Estos pueden incluir medicamentos para aliviar otros síntomas como picazón.
La ciclosporina y sus funciones antiinflamatorias se pueden utilizar en gatos en los siguientes casos:
- Urticaria
- Asma
- granulomas
- Estomatitis
- Ciertos trastornos oculares
- Enfermedad inflamatoria intestinal
- Anemia hemolítica autoinmune
Dosis de ciclosporina para gatos
Para calcular la dosis de ciclosporina para gatos, es fundamental determinar con precisión el peso del gato. La dosis varía dependiendo de la enfermedad a tratar. Al menos como tratamiento inicial, aproximadamente 7 mg por kilo de peso se recomienda administrar una vez al día.
El tratamiento con ciclosporina para gatos suele ser prolongado y su administración dura varias semanas. El plan es reducir la frecuencia y la dosis a medida que el gato mejore. Eventualmente se puede administrar cada dos, tres o incluso cuatro días, pero esta valoración la hace el veterinario. Es importante tener en cuenta que en ocasiones el gato recae y hay que empezar de nuevo el tratamiento.
La ciclosporina es un solución para uso oral y generalmente se administra directamente en la boca o mezclado con los alimentos. En este caso, esta debe ser sólo una pequeña cantidad de alimento para asegurar que el gato ingiera la dosis completa. La administración transdérmica es otra opción, pero no se recomienda en gatos porque se reduce la absorción. La ciclosporina también está disponible en forma de gotas para los ojos para su uso en afecciones oculares en gatos. Se encuentran disponibles tanto la ciclosporina atópica como la ciclosporina oftálmica.
Contraindicaciones de la ciclosporina para gatos.
No todos los gatos podrán disfrutar de los beneficios de la ciclosporina. Hay algunos casos en los que no se recomienda este medicamento, por ejemplo:
- Personas sospechosas de ser alérgicas o hipersensibles a este ingrediente activo.
- Gatos con leucemia o virus de inmunodeficiencia. Si se desconoce esta información, se debe realizar una prueba al gato antes de administrar ciclosporina.
- Gatos con diabetes.
- Gatitos de menos de dos meses.
- Gatos que pesen menos de 2,3 kg, salvo criterio del veterinario.
- Gatas gestantes o lactantes. Los riesgos y beneficios de su uso serán evaluados por el veterinario antes de tomar una decisión, ya que no hay estudios disponibles sobre la seguridad de la ciclosporina en estas situaciones. Hay informes de que la ciclosporina atraviesa la barrera placentaria y se excreta en la leche.
- Gatos que hayan recibido una vacuna en las dos semanas anteriores. Por el contrario, los gatos no deben vacunarse durante el tratamiento con ciclosporina ni en las dos semanas siguientes a la finalización del tratamiento, ya que interfiere con la eficacia de la vacunación.
Finalmente, si el gato está en tratamiento con algún otro fármaco, el veterinario tendrá que evaluar posibles interacciones.
Efectos secundarios de la ciclosporina en gatos.
La ciclosporina inhibe linfocitos T, disminuyendo la capacidad del cuerpo para responder al ataque. Esto se relaciona con un aumento en la incidencia de tumores malignos. Por este motivo, no se debe administrar ciclosporina sin el consejo de un veterinario. Este mismo profesional también deberá hacer una evaluación exhaustiva de las ventajas y beneficios de prescribirlo. Si decides utilizarlo, deberás realizar controles periódicos y acudir inmediatamente al veterinario si el gato tiene ganglios linfáticos agrandados. Esto lo podemos ver si el gato tiene hinchazón en el cuello.
Además, si el gato es toxoplasmosis negativo y se infecta durante el tratamiento con ciclosporina, puede desarrollarse de forma aguda. En estos casos pueden enfermar gravemente con la enfermedad. Para evitar esto, no se debe permitir que los gatos salgan al aire libre ni coman carne o presas crudas durante el tratamiento.
Otro efectos adversos de la ciclosporina en gatos incluir:
- Problemas gastrointestinales (especialmente vómitos y diarrea)
- Apetito incrementado
- Letargo
- hipersalivación
- Hiperactividad
- Hiperplasia gingival (aumento del tamaño de las encías)
- Signos compatibles con diabetes (micción excesiva o consumo de agua)
- Pérdida de peso y disminución del apetito.
Si la pérdida de peso es evidente, el gato debe ser pesado regularmente para evitar que el problema se vuelva excesivo y pueda derivar en problemas de salud. Algunos de estos efectos adversos pueden resolverse por sí solos sin finalizar el tratamiento, pero en cualquier otro caso se debe consultar a un veterinario antes de pausar o modificar el tratamiento.
Este artículo es puramente informativo. Wiki Animales no tiene autoridad para prescribir ningún tratamiento veterinario ni elaborar un diagnóstico. Te invitamos a llevar a tu mascota al veterinario si padece alguna afección o dolor.
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