¿Cómo Hago Para Que Mi Gato Me Escuche?

Educar a nuestros gatos no siempre es lo más fácil. Si bien no son los monstruos ególatras que algunos pintan, a menudo marchan al son de su propio tambor. Si bien los perros generalmente pueden ser más fáciles de entrenar que los gatos, esto no significa que sea imposible enseñarle a un gato un par de cosas. Los gatos son animales sociales que intentarán comunicar contigo a través del lenguaje corporal y la vocalización.

Uno de los problemas más comunes que podemos tener es cuando nuestros gatos no ven para poder prestarnos atención. Si queremos vivir una convivencia armoniosa con nuestro amigo felino, quizás quieras encontrar Maneras de hacer que tu gato te escuche.. La primera es saber que no puedes obligarlos a hacer nada y esperar que sean felices. En cambio, Wiki Animales te ayuda a encontrar formas de fortalecer el vínculo con tu gato y hacer que valga la pena prestarle atención.

¿Por qué mi gato no me presta atención?

Cada gato tiene su propio conjunto único de rasgos de personalidad y comportamientos. Esto significa que habrá algunas cosas muy específicas de su situación que le impedirán prestarle atención. Si tu gato anteriormente te hacía caso, pero ha habido cambios en su comportamiento, suele deberse a algún tipo de estrés o distracción. Hay algunas razones generales por las que esto puede ocurrir:

  • Ambiental: los gatos suelen cambiar su comportamiento debido a cambios en su entorno y en su vida hogareña. La introducción de nuevos miembros en la familia o mascotas puede hacer que se sientan amenazados y se vuelvan inseguros.
  • Cambios de rutina: los gatos se acostumbran a ciertos niveles de rutina y luego desarrollan una dependencia de ella. Los cambios en cosas como los horarios de las comidas pueden hacer que se distraigan.
  • Instintos felinos: los gatos marcarán su territorio rascando u orinando objetos. El marcado puede deberse al estrés, pero su instinto general de caza también influirá en su forma de actuar. Asegurarse de que se tengan en cuenta sus instintos puede ayudar a fortalecer su relación.
  • Enfermedades fisicas: el dolor, la artritis, los traumatismos, las infecciones del tracto urinario o cualquier otra patología pueden provocar agresividad o comportamiento anormal.
  • Edad: cuando los gatos son muy pequeños, es normal que no puedan prestar atención. Están sobreestimulados por su nuevo mundo y, al igual que los humanos, necesitarán aprender a adaptarse. De manera similar, los gatos mayores pueden ser más reacios a obedecer. Sin embargo, en este último caso, es posible que tengas que llevarlo al veterinario para asegurarte de que no tenga uno de los diversos problemas médicos que a menudo se ven exacerbados o inducidos por la edad.

Los dos primeros factores en particular pueden generar estrés en un gato. Esto es algo que se puede modificar, pero ignorarlos puede provocar graves problemas de comportamiento. Es importante considerar qué problemas podrían estar afectando a su gato y qué puede hacer usted para aliviar los problemas asociados, como su incapacidad para prestar atención.

Técnicas básicas para llamar la atención de tu gato

Una de las técnicas básicas que podemos emplear para atraer la atención de tu gato, es también una de las fundamentales para su bienestar. Este es el uso del refuerzo positivo. A través del refuerzo positivo, podemos premiar al animal por hacerlo bien en lugar de regañarlos por hacer lo que consideramos incorrecto. Estas recompensas pueden ser en forma de obsequio, caricias o simplemente un cálido estímulo. Ayuda al gato a lograr su aprendizaje de forma rápida y eficaz, sin causarle daño ni confusión. Prestar mucha y constante atención a su comportamiento también es importante en la educación de los felinos.

El uso de regañar o gritarle a un gato cuando hace algo con lo que no estamos de acuerdo es problemático por muchas razones. Si vemos a un gato saltando sobre la repisa de la chimenea o en algún lugar donde no debería estar, podemos darle un ‘no’ firme mientras esté en esta plataforma. Esto es para que puedan asociar tus palabras con la acción. Sin embargo, si regañamos a un gato por hacer algo mucho después de haberlo hecho, no lo entenderá. Pueden asociar la reprimenda con un comportamiento aceptable que causa confusión. Los castigos físicos o aquellos que se basan en el miedo y la intimidación no funcionan. El resultado, en lugar de un gato con buen comportamiento, es más probable que sea un animal estresado, ansioso e incluso agresivo.

En los casos en los que veamos que nuestro gato tiene comportamientos indeseables, debemos fomentar comportamientos positivos. Si rascan o muerden algo que no deberían, podemos presentarles algo convincente que sí deberían.

Mi gato no me obedece cuando le digo que deje de rascar los muebles

Si bien es un comportamiento instintivo normal de los gatos afilar sus garras o marcar su territorio en objetos de su entorno, puede que no sea algo que quieras tolerar cuando estos objetos son tus posesiones más preciadas. Para ayudarles a dejar de rayar sus muebles, debe proporcionarles un alternativa adecuada. Un rascador o un rascador es la mejor opción, ya que les proporciona el material adecuado para afilar sus garras. Si te cuesta lograr que rasque esto en lugar de tus muebles, puedes colocarlo frente al gato cuando comience a rascar los muebles y luego recompensarlo por hacer el cambio. También puedes untar el rascador con hierba gatera o feromonas para hacerlo irresistible.

Una vez que se haya acostumbrado a utilizar los rascadores que nos facilitas, debemos asegurarnos de que los deje en un lugar adecuado. Cuando los veas arañando muebles, puedes quitarlos con cuidado pero con firmeza y colocarlos frente al rascador y recompensarlos por usarlo. También será importante tener más de un rascador. Hacerlos a diferentes alturas para darles más opciones también los hará más atractivos de usar.

Que el gato no me obedezca al morder y rascar

No sólo nuestros muebles son los que los gatos pueden tener la tentación de arañar. Como parte de sus patrones de juego, morder y rascar son formas comunes para que se vinculen con otros animales, incluido el animal humano. Agresión También es una razón por la que pueden querer mordernos o arañarnos, pero esto es una señal grave de que existe un problema de conducta profundo. Cuando somos gatitos, podemos optar por jugar con ellos dejándoles que nos muerdan y arañen, ya que sus dientes y garras más pequeños no dejan mucho daño. Sin embargo, esta edad es un momento importante para la socialización y aprenderán que este tipo de comportamiento no es inapropiado, incluso cuando sus apéndices adultos pueden causar mucho dolor. Un gato necesita aprender a inhibirse un poco, lo que significa que debe conocer los límites del juego antes de que se vuelva serio.

Cuando jugamos con nuestro gato y nuestro gato empieza a morder demasiado fuerte, debemos dejar de jugar y darle un ‘no’ rotundo. No gritamos ni perdemos los estribos. También deberíamos evitar cualquier estímulo que pueda desencadenar tal comportamiento. Otra forma de ayudar a prevenir este comportamiento es sustituir nuestros apéndices por un juguete y dejar que jueguen con él. De esta forma, ellos asocian el juego a pelear con objetos y a nosotros con una actividad más saludable.

¿Cómo hago para que mi gato me escuche?  - Que el gato no me obedezca al morder y arañar.

Mi gato no escucha cuando lo llamo

Para conseguir que tu gato te escuche cuando lo llamas tenemos los siguientes consejos:

  • Lo primero que debes hacer es elegir un nombre corto y conciso. Es importante evitar confusion en nuestras mascotas mediante el uso de un apodo que no conocen o mediante el uso de diferentes entonaciones.
  • Elige un regalo que les guste y que puedas utilizar como recompensa. Comience parándose a poca distancia y llamándolo hasta que llame su atención (puede ser útil usar un juguete al principio). Cada vez que se acerque le das el premio para que asocie la acción con algo positivo. Repita esto varias veces al día, pero en sesiones cortas. Es posible que desees hacerlo antes de comer para que sea más probable que te presten atención.
  • aumentar la distancia yendo a otras partes de su entorno. Una vez que esto ocurra, puedes dejar de usar el premio poco a poco y simplemente darle un poco de cariño.

Además, es importante que asocies su nombre con algo positivo. No uses su nombre en situaciones negativas, de lo contrario no estarán dispuestos a acercarse a ti. Cuanto antes comience esta educación, más probabilidades habrá de que respondan positivamente a taprendizaje y disciplina. Sin embargo, esto no significa que los gatos viejos no puedan aprender nuevos trucos.

Conozca las necesidades de disciplina de un gato

Es importante conocer las necesidades de su gato y responder en consecuencia. No puedes esperar que un gato sea obediente si no satisface estas necesidades, sólo fomentará el mal comportamiento. Estas necesidades incluyen:

  • Mantenimiento adecuado de la caja de arena
  • Cepillado para cumplir con su meticulosa higiene
  • Actividades para estimularlos durante la noche (cuando están más activos)
  • Proporcione juguetes para mantenerlos entretenidos.
  • Proporcionar comida de calidad
  • Proporcionar abundante agua fresca y limpia.

Por supuesto, satisfacer las necesidades de tu gato no significa excederlas en lo que a alimentación se refiere. Esto puede conducir a la obesidad, que también puede perjudicar afectar su bienestar. Necesitamos apreciar sus instintos y no tratar de obligarlos a hacer cosas que serían antinaturales y confusas. Comprender su comportamiento ayudará a facilitar el aprendizaje.

¿Cómo hago para que mi gato me escuche?  - Conocer las necesidades de disciplina de un gato.

Consistencia

La clave para garantizar que tu gato te preste atención es ser constante. Esto significa siendo consistente en mantener su rutina, atender sus necesidades y mantener la formación durante toda su vida. Si empiezan a perder interés y has dejado de usar golosinas, puedes volver a incorporarlas y luego eliminarlas gradualmente. Es fundamental ser asertivo, pero no agresivo y tener mucha paciencia. Los gatos pueden ser muy receptivos a los cambios de nuestro estado de ánimo. Si realmente tenemos problemas con el comportamiento de nuestro gato, entonces podemos pedir consejo a un etólogo felino. Pregúntale a tu veterinario y él podrá recomendarte a alguien que te ayude.

Esperamos que estas pautas sean útiles para intentar que su gato prestarte atención. Recuerda que el respeto, la confianza y el amor es fundamental para cumplir estos objetivos.

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