La displasia renal en perros es una condición médica que afecta los riñones. Lamentablemente, el trastorno también puede provocar insuficiencia renal, que puede ser mortal. La afección también se conoce como nefropatía juvenil progresiva y enfermedad renal familiar.
En resumen, la afección ocurre en el útero e implica que los riñones no se desarrollan adecuadamente. Por lo general, esto significa que la orina se acumula y produce quistes, que reemplazan al riñón.
Desafortunadamente, ciertas razas parecen estar predispuestas a esta afección. Por ejemplo, las razas Malamute y Chow Chow lo padecen con mayor frecuencia que otras.
Si ve signos de que su perro podría estar padeciendo esta enfermedad, debe consultar a su veterinario para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. Esto es lo que debe saber sobre los síntomas, causas y tratamientos de la displasia renal en perros.
Síntomas de displasia renal en perros
La enfermedad renal familiar en perros puede provocar una variedad de síntomas. En concreto, algunos de los síntomas más comunes de la afección incluyen:
- Pérdida de peso
- Actuando letárgico
- Constipación
- Diarrea
- Problemas neurológicos
- Anorexia
- vomitando con sangre
- Beber más agua de lo habitual
- Orinar más de lo habitual
- Orinar con sangre
- Depresión
Causas de la displasia renal en perros

La causa de la nefropatía juvenil progresiva implica que los riñones no se desarrollan adecuadamente cuando el cachorro está en el útero. Específicamente, cuando los músculos del uréter no crecen adecuadamente, la orina puede comenzar a acumularse. Posteriormente, se forman quistes y finalmente reemplazan al riñón real.
Desafortunadamente, la enfermedad renal familiar puede afectar a ambos riñones. Generalmente, estos casos pueden llegar a ser fatales.
Además, ciertas razas parecen predispuestas al trastorno. Por ejemplo, algunas de esas razas incluyen:
- malamute
- chow chow
- Boxer
- Perro lobo irlandés
- Elkhound noruego
- Lhasa Apso
- Beagle
- Gran Danés
Tratamientos para la displasia renal en perros
Si cree que su perro podría estar desarrollando una nefropatía juvenil progresiva, su veterinario querrá realizar un examen físico completo de su perro. Además, su veterinario le preguntará sobre el historial médico completo de su perro, especialmente en relación con los riñones. Esto incluirá cualquier problema específico de la raza.
Generalmente, se pueden utilizar análisis de sangre y orina para detectar la afección. Además, las radiografías del estómago pueden ayudar a controlar la forma de los riñones de su cachorro.
Lamentablemente, no existe cura para la displasia renal. Sin embargo, se pueden tomar medidas para controlar la afección. Por ejemplo, la fluidoterapia intravenosa puede ayudar a estabilizar a su perro. Además, se pueden administrar medicamentos para detener los vómitos.
Además, ciertos suplementos y cambios en la dieta pueden ayudar. Por ejemplo, a menudo se recomiendan el potasio y la vitamina D para controlar esta afección. Una dieta baja en sodio también puede resultar beneficiosa. A veces, se pueden utilizar estimulantes del apetito para normalizar los hábitos alimentarios de su perro.
Como siempre, utilice suplementos dietéticos y estimulantes del apetito únicamente bajo la supervisión de su veterinario. Además, siga siempre las instrucciones de dosis y frecuencia correctas.