¿Tu gato silba y ataca a tu perro? Hacer que un gato y un perro sean amigos puede resultar complicado al principio, pero no imposible. En este artículo de Wiki Animales te vamos a explicar que puedes hacer para ayudar si tu el gato odia a tu perro.
¿Pueden llevarse bien un gato y un perro?
A pesar de la reputación que estas dos especies tienen entre sí, los gatos y los perros pueden llevarse bien. En algunos hogares son muy amigables y afectuosos entre sí, mientras que en otros simplemente toleran la presencia del otro en la casa. Todo esto dependerá de un par de factores, como por ejemplo:
- Si se ha realizado una socialización adecuada durante la etapa de cachorro.
- Deles el tiempo adecuado para adaptarse y aceptarse.
- Establecer pautas claras de convivencia.
- Proporcionar un entorno adecuado para ambos.
Como veremos a continuación, cuando alguno de estos puntos o varios de ellos faltan, se mala relacion puede surgir entre ambas especies eso dificultará la convivencia armoniosa en casa. Conoce más en nuestro artículo sobre consejos para que un perro y un gato se lleven bien.
¿Por qué tu gato odia a tu perro?
Tanto los gatos como los perros son animales sociables, que tienen una tendencia innata a crear vínculos de amistad y pertenencia a un grupo. Sin embargo, esto dependerá de ciertos factores, como hemos mencionado antes.
En algunos hogares, el perro y el gato serán muy amigables y afectuosos entre sí, mientras que en otros hogares simplemente pueden tolerar la existencia del otro. Si su gato parece odiar a su perro, primero debemos entender cuál puede ser la raíz del problema. Echemos un vistazo a la razones más comunes un gato no acepta un perro en su casa:
No socializaban con perros cuando eran gatitos
Uno de los períodos más importantes de la vida de un gato es cuando es un gatito. Aquí es cuando empiezan a socializar con su madre y sus hermanos, empiezan a destetar y a comer alimentos sólidos, a jugar, etc. Sin embargo, una de las cosas más importantes que aprenden a esta temprana edad es la socialización.
Al presentarles diferentes personas, lugares y animales, los gatos se sienten más tranquilos y tienen un temperamento más equilibrado cuando son adultos. Si tu gato nunca socializado con un perro En sus primeras etapas de la vida, les resultará más difícil socializar con ellos ahora, ya que parecen algo muy nuevo y tal vez incluso una amenaza para su familia y su hogar.
Tuvieron una mala experiencia con un perro.
Otra razón común por la que un gato puede odiar y rechazar a un perro es por una mala experiencia previa con un perro. Con esa mala experiencia, tu gato probablemente asoció a los perros con algo negativo y peligroso. Están traumatizados por una experiencia pasada y están teniendo mucho cuidado para que no vuelva a ocurrir.
Están protegiendo su territorio y su familia.
Los gatos son animales que disfrutan de la rutina y de su comunidad. Por eso van a defender su territoriofamilia y estilo de vida de algo que pueda amenazarlos, como una nueva mascota en el hogar.
Ya sea que tu gato esté protegiendo su área favorita en el sofá, el tiempo contigo, sus juguetes o su comida, es evidente que tu gato se siente incómodo con el nueva situación y lo que puede significar en términos de su territorio, familia y rutina.
La introducción fue demasiado rápida.
Al presentarle un gato a un perro, hay que tener mucho cuidado. Si la introducción fue demasiado rápido y conflictivo, esto hará que tu gato reaccione muy mal. Este cambio brusco en su vida puede hacerles reaccionar extremadamente mal. Siempre es mejor ayudar a tu gato a afrontar el nuevo cambio en su vida. Después de todo, son animales de costumbres y amantes de la rutina, merecen al menos un aviso.
Para ello, lo mejor es presentarlos poco a poco y de una manera que tenga sentido según los sentidos, el comportamiento y las preferencias de estos animales. Continúa leyendo para aprender cómo presentar a estos dos animales en un seguro y eficaz.
Cómo conseguir que un gato acepte a un perro
Si tu gato rechaza abiertamente a tu perro, gruñe, silba o incluso lo ataca, puede deberse a cómo os habéis presentado el uno al otro. La mejor manera es hacerlo progresivamente. Siga nuestras instrucciones en cómo presentarle un perro a un gato correctamente:
Prepárate antes de la llegada.
Cualquier cambio repentino hará que tu gato se sienta inseguro y desarrolle estrés. Es por este motivo que debes preparar tu hogar antes de traer al perro a casa para que tu gato pueda adaptarse con antelación. Esto implica:
- Asegúrese de que ambos tengan su propio espacio individual donde pueden ir a relajarse y saber que estarán solos y seguros. Los gatos suelen disfrutar de los lugares altos donde pueden controlar el entorno y donde nadie puede alcanzarlos.
- Cada una de tus mascotas también debe tener sus propios tazones de comida y agua. No deben estar cerca el uno del otro, ya que esto puede hacerlos sentir paranoicos y llevarlos a atacar a la otra mascota.
- Su caja de arena para gatos Debe estar en un lugar al que su perro no pueda acceder. Esto no es sólo para ayudar a su gato a sentirse relajado y seguro, sino también por motivos de salud.
- preparar un área, como el salón, o una habitación libre donde estará tu perro los primeros días una vez llegue. Esto es muy importante tanto para tu perro, que se irá acostumbrando a su nuevo hogar, como para tu gato, que se estará acostumbrando al nuevo miembro de la casa.
- Recuerde minuciosamente limpia tu casa para que no haya demasiados olores. Tanto los perros como los gatos tienen un sentido del olfato superior al de los humanos.
Intercambio de juguetes o mantas.
Una vez que su perro haya llegado y esté en su área de destino, debemos dar un paso para presentarle a nuestro gato. Para hacer esto lenta y progresivamente, vamos a utilizar el olor de perro para avisar a nuestro gato que hay un nuevo miembro de la familia en el hogar.
Para ello, basta con intercambiar mantas o juguetes. Dale a tu gato un juguete que estaba usando tu perro y haz lo mismo con tu perro para que también conozca el olor de tu gato.
Primera interacción
Ahora es el momento de que vernos desde la distancia. Necesitamos que ambos aprendan el uno del otro y al mismo tiempo se sientan seguros. La zona en la que se reúnan también debe ser territorio neutral, es decir, no puede ser la zona privada de tu perro ni la de tu gato. Así nos aseguramos que ambos se sentirán tranquilos y podrán marcharse si se sienten incómodos.
Para hacer esto, primero deberá elegir dónde hacerlo. Puede ser una zona neutra en el salón, la cocina o el jardín. Es posible que su gato prefiera estar en una superficie elevada. También puedes colocar una cerca para perros entre ellos para asegurarte de que simplemente se observen entre sí pero No tocar o atacarnos unos a otros.
También puedes ofrecerles a ambos un tratar a la hora de presentárselos para que estén más tranquilos y se asocien con algo positivo. Recuerde permitirles irse si se sienten incómodos. Regañarles u obligarles a estar juntos sólo conseguirás que se asocien con algo negativo y será más difícil que se acostumbren el uno al otro.
Repita este paso varias veces mientras intercambia juguetes por un tiempo antes de pasar al siguiente paso. También puedes empezar acortando la distancia Los separa cuando interactúan y se observan.
Segunda interacción
Una vez que creas que están listos, es hora de permitirles reunirse en persona. sin obstáculos en el camino para que puedan olerse unos a otros. Es posible que su gato no esté preparado y se asuste o incluso le sisee al perro, especialmente si no ha conocido a un perro como este antes. Es completamente normal. Simplemente asegúrate de que nadie ataque a la otra mascota y permítele salir y dirigirse a su zona privada donde se sienta segura.
Ahora es simplemente una cuestión de tiempo. Se conocen y saben que viven juntos. Tienen su propio territorio donde pueden relajarse sin preocuparte de que venga la otra mascota. Por eso, ahora simplemente debemos asegurarnos de que ambas mascotas tengan sus necesidades cubiertas e intentar crear una energía positiva en el hogar para que se acostumbren el uno al otro.
déjalos sueltos
Después de un par de semanas deberían estar listos para vivir en paz. Ahora puedes permitirles recorrer la casa o apartamento sin restricciones. Es posible que vayan al territorio del otro para olfatear e inspeccionar, esto es normal y no debes preocuparte. De hecho, es un paso adelante, ya que se están acostumbrando al olor de los demás y aprendiendo que cada uno tiene su propio territorio donde relajarse.
Este es el último paso, por lo que podrán alimentarlos juntos en la cocina (pero mantengan sus tazones en diferentes áreas de la cocina) y relajarse juntos en la sala de estar. También puedes darles un pequeño regalo siempre que se comporten juntos en la misma habitación.
Otros consejos
Por último os dejamos con algunas otros consejos que pueden ayudar a que tu gato se lleve bien con tu perro:
- Asegúrate de que tu gato tenga su propia zona privada
- Mantenga al perro en su propia área por un tiempo.
- Trate de mantener su rutina diaria lo más cerca posible de como era antes.
- No olvides darles suficiente amor y atención como lo hiciste antes.
- Dales espacio y tiempo para que se acostumbren a la nueva dinámica de la casa.
Una vez que se den cuenta de que el perro no es una amenaza, que aún se satisfacen sus necesidades y que se respeta su territorio, se relajarán más e incluso podrán empezar a ser amigable hacia el perro.
Si quieres leer artículos similares a Mi gato odia a mi perro, ¿qué puedo hacer? te recomendamos visitar nuestra categoría de Problemas de conducta.