A menudo no registramos problemas con los órganos reproductivos de un perro hasta que se han desarrollado. Dado que estos órganos son principalmente internos, es posible que los síntomas de una patología o enfermedad no se registren hasta las etapas posteriores. Aunque la vagina es un órgano interno, está conectada a la vulva y podemos ver síntomas externos. Los crecimientos pueden desarrollarse en cualquier nivel de los órganos reproductivos, incluido el útero, la vagina o el vulva mismo, incluido este último el clítoris. Si observas algún tipo de crecimiento anormal en las partes íntimas del perro, es importante llevarlo a un veterinario para un diagnóstico lo antes posible.
En Wiki Animales te explicamos las causas por las que una perra tiene un crecimiento en su vagina. Analizamos los síntomas que pueden acompañar a cada patología y qué opciones de tratamiento y prevención están disponibles.
hiperplasia vaginal
La hiperplasia vaginal consiste en un crecimiento excesivo y hinchazón de la vagina, que ocurre como resultado de altos niveles de estrógeno durante el proestro. Esta es la fase del ciclo estral en la que comienza el sangrado de la vulva. Por lo general, se forman masas tipo pólipo en la pared vaginal. Cuando son lo suficientemente grandes, sobresalen a través de los labios. Desde el exterior, suele verse como una 'bola' o crecimiento de apariencia redondeada. Es de color rosa y tamaño variable (desde una canica hasta un huevo de gallina).
La hiperplasia vaginal es un proceso bastante común en perras no castradas, especialmente en razas braquicéfalas y perros de tamaño gigante. Casi siempre aparece durante la fase de proestro o estro y frecuentemente se repite cíclicamente durante cada ciclo de celo de la perra. Además, puede aparecer durante el parto en un perra embarazada.
Es un crecimiento excesivo benigno, lo que significa que no es canceroso. Por lo general, se resuelve espontáneamente cuando los niveles hormonales se estabilizan. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el contacto del mucosa vaginal con el exterior puede provocar su desecación e irritación. Además, las perras suelen lamer la zona y autolesionarse el tejido, provocando ulceración y sangrado.
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prolapso vaginal
El prolapso vaginal es un proceso similar a la hiperplasia vaginal ya que también se asocia con niveles elevados de estrógeno durante el proestro. Dependiendo de la cantidad de tejido exteriorizado, el prolapso puede ser parcial o total, pudiendo incluso afectar el cuello uterino.
En casos severos, el tejido prolapsado puede comprimir la uretra y causar estranguria (pequeños volúmenes de orina frecuentes), anuria (no orinar), disuria (dificultad para orinar) y hematuria (sangre en la orina). En estos casos también es habitual que aparezca tenesmo, es decir, que el perro intentará defecar con frecuencia, pero sin resultados.
La diferencia entre prolapso e hiperplasia radica en la cantidad de tejido vaginal exteriorizado:
- prolapso vaginal: la cantidad de tejido que se exterioriza es mucho mayor. Además, suele tener un aspecto circular, similar al de un donut.
- hiperplasia vaginal: se ve una 'bola' o masa redondeada que sobresale por la vulva.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el prolapso vaginal en perras es mucho menos frecuente que la hiperplasia vaginal. Al igual que ocurre con la hiperplasia, el prolapso es un proceso autolimitado que tiende a disminuir cuando los niveles de estrógeno vuelven a la normalidad. Sin embargo, en muchos casos, manual o corrección quirúrgica del prolapso es necesario para evitar la desecación y abrasión de la mucosa en contacto con el exterior.
Prolapso uterino
Otra causa que puede explicar por qué tu perra tiene un bulto en sus partes es el prolapso uterino. El prolapso uterino ocurre cuando el útero se invierte sobre sí mismo y sobresale a través de la vulva. Es un proceso que ocurre antes, durante o después de un parto prolongado. Es el resultado de contracciones continuas del cuello uterino dilatado. También puede ocurrir en distócico entregases decir, partos difíciles en los que las contracciones no permiten la expulsión del feto, pero sí producen la eversión y exteriorización del útero.
El prolapso uterino puede ser:
- Prolapso uterino parcial: si afecta sólo al cuerpo uterino. Generalmente el prolapso parcial no se vuelve externo, sino que queda alojado en la vagina y no se aprecia externamente.
- Prolapso uterino total: si afecta a la mayor parte del útero y los cuernos uterinos (los puntos donde se unen las trompas de Falopio). A diferencia del prolapso parcial, el total sí sobresale por la vulva, siendo visible desde el exterior.
El tejido uterino prolapsado aparece hinchado, inflamado y congestionado. Además, debido a la falta de irrigación que se produce cuando el útero queda atrapado en el estrechez de la vulva, el tejido comienza a secarse y necrosarse. Por este motivo, el prolapso uterino es siempre una urgencia veterinaria que debe tratarse lo más rápido posible.
Hipertrofia del clítoris
La hipertrofia del clítoris es una enfermedad rara en perras que consiste en un aumento del tamaño del clítoris. Puede tener dos causas:
- Malformación congénita: se trata de un trastorno del desarrollo sexual que produce un clítoris anormalmente grande, también conocido como 'pseudopene'. Dependiendo de si existen o no otras malformaciones en el aparato reproductor, estos perros pueden considerarse hermafroditas o pseudohermafroditas.
- Tratamientos con andrógenos: uno de los efectos secundarios que tienen los tratamientos con hormonas andrógenas es que puede producir hipertrofia del clítoris.
Las perras con hipertrofia del clítoris tienen un bulto que sobresale a través de la vulva. Este puede lacerarse e infectarse. Además, es común que estos perros tengan síntomas recurrentes. vaginitis y cistitis. Es importante corregir quirúrgicamente esta alteración para evitar las complicaciones asociadas.
Mira cómo tratar la cistitis en perros si tu perro tiene esta complicación.
Neoplasias o tumores
Existen diversos tipos de tumores que pueden provocar la presencia de una masa en la zona vulvar. Los más frecuentes son:
- Neoplasias vulvovaginales: los tumores de vulva y vagina representan el 40% de los tumores del aparato reproductor en una perra, aunque la gran mayoría (entre un 70-80%) son benignos. Suelen ser fibromas, lipomas o leiomiomas. Su aparición suele estar influenciada por cambios hormonales y el riesgo aumenta con la edad. En estas perras son frecuentes el sangrado vaginal, el flujo, la disuria, el tenesmo y el estro persistente.
- Tumor venéreo transmisible (TVT) o sarcoma de Sticker: se trata de un tumor benigno, concretamente un linfosarcoma, caracterizado por transmisión sexual. La implantación del tumor se produce por contacto durante el apareamiento. Generalmente se presenta como una masa única o múltiple en la mucosa de los genitales externos, la cual es multilobulada (tiene muchos lóbulos) y tiene forma de coliflor. Con frecuencia, la masa aparece ulcerada e infectada y se produce un flujo vaginal con sangre. Actualmente es un tumor con baja prevalencia debido a que el apareamiento natural es menos frecuente y los perros y perras reproductoras están sujetos a un mayor control sanitario.
Conoce más sobre esta afección con nuestro artículo sobre tumores venéreos transmisibles en perros.
¿Qué hacer si mi perra tiene un bulto en la vagina?
Como hemos visto a lo largo del artículo, existen numerosas causas que pueden llevar a la aparición de un crecimiento en la vagina u otra parte de sus órganos reproductivos. Sin embargo, debemos saber que la gravedad de cada uno de ellos es muy variable. Algunos procesos, como la hipertrofia vaginal, son autolimitados y suelen resolverse espontáneamente cuando los niveles hormonales se normalizan. Procesos como el prolapso uterino son verdaderas emergencias que requieren atención veterinaria inmediata.
Por esta razón, siempre que usted detectar un crecimiento en la zona vulvar de tu perra, es importante que acudas sin demora a un centro veterinario. Una vez allí, los clínicos veterinarios podrán realizar un protocolo diagnóstico que permita identificar la causa y establecer el tratamiento más adecuado.
A continuación resumimos las posibles tratos para cada una de las causas enumeradas en este artículo:
- hipertrofia vaginal: este es un proceso leve que generalmente desaparece cuando los niveles de estrógeno se normalizan. Sin embargo, mientras se resuelve, es importante instaurar un tratamiento para proteger la mucosa vaginal exteriorizada y evitar que se dañe. Específicamente, el tejido debe mantenerse limpio con solución salina normal o betadine vaginal. Se puede aplicar vaselina estéril a la mucosa para evitar que se seque. En casos específicos, especialmente en crecimientos grandes o ulcerados, es necesario recurrir a la extirpación quirúrgica.
- prolapso vaginal: se debe intentar el reposicionamiento manual o la reintroducción de la vagina como primera opción. Para ello se debe lavar bien la zona y reponerla manualmente mediante presión física. Siempre se ayudará con sustancias lubricantes o incluso con una episiotomía para facilitar la reintroducción. Cuando este método no es eficaz, o el tejido está muy dañado o necrótico, será necesario recurrir a la cirugía.
- prolapso del útero: el tratamiento es siempre quirúrgico y debe realizarse de forma urgente para evitar la necrosis del tejido prolapsado. El objetivo de la cirugía es devolver el útero a su posición anatómica.
- Hipertrofia del clítoris: de igual forma se recomienda la extirpación o reconstrucción del clítoris para evitar que se lastime al exponerse al exterior.
- Tumores: el tratamiento de los tumores suele ser quirúrgico. Sin embargo, en el caso de un tumor venéreo transmisible el tratamiento es la quimioterapia con vincristina. Obtenga más información en nuestro artículo relacionado sobre tipos de quimioterapia para perros.
Además de los tratamientos específicos que hemos descrito, debemos señalar que la mayoría de estos procesos pueden tanto prevenirse como resolverse con esterilización (ovariohisterectomía) de perras. La esterilización consigue reducir los niveles hormonales y evitar o resolver muchos de estos procesos homomórfico-dependientes.
Por este motivo, te recomendamos considerar la esterilización como la mejor opción para prevenir estas y otras patologías reproductivas en la perra. Puede encontrar más información sobre los beneficios de la esterilización en nuestro artículo sobre qué esperar después de castrar a un perro.
Este artículo es puramente informativo. Wiki Animales no tiene autoridad para prescribir ningún tratamiento veterinario ni elaborar un diagnóstico. Te invitamos a llevar a tu mascota al veterinario si padece alguna afección o dolor.
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Bibliografía
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- Raíz, M. (2005). manual de cria de perros y gatos. Ediciones Multimédica Veterinaria.
- Valencia, S., González, JC y Rincón, JC (2017). Un caso de trastorno del desarrollo sexual en un canino mestizo. Rev Med Vet Zoot, 64(2)70-76