¿A Qué Huele La Miel Y Por Qué Huele Mal? (Explicación De La Miel Apestosa)

Última actualización el 11 de enero de 2024 a las 01:09 p.m.

¿Tu miel o panal desprende un aroma cuestionable, o tal vez tienes miel local y te sorprende el olor?

Vayamos directamente a las razones más comunes de un olor cuestionable a miel y avancemos en la lista.

un frasco abierto de miel y un panal crudo

¿Por qué la miel huele mal?

¡Fermentación! Es un proceso natural impulsado por microorganismos, como levaduras y bacterias, que convierten compuestos orgánicos (especialmente azúcares y almidones) en alcohol y ácidos.

Si bien este proceso es perfecto para elaborar vino, cerveza y ciertos alimentos, cuando se trata de miel, no es nada bueno.

*Lectura adicional – Descubra por qué la miel puede ser realmente mala para las abejas.

¿Qué causa que la miel fermente?

La miel es higroscópica, lo que significa que puede absorber la humedad del medio ambiente. Si el contenido de humedad de la miel supera el 20%, se crea un ambiente propicio para que la levadura prospere e inicie el proceso.

La miel correctamente curada generalmente tiene un contenido de humedad del 17% al 18,6%, lo que evita que esto suceda.

La miel contiene naturalmente levaduras silvestres pero es inactiva debido a su bajo contenido de agua, alta acidez y propiedades antimicrobianas naturales. Pero, si las condiciones cambian (como un aumento de la humedad), pueden activarse e iniciar el proceso.

Almacenar miel en un ambiente cálido y húmedo será el principal culpable en este caso. Es fundamental almacenar la miel en un lugar fresco y seco y asegurarse de que el recipiente esté bien sellado para evitar la absorción de humedad.

Hace que la miel huela a alcohol.

Los principales agentes de fermentación de la miel son las levaduras. Convierten los azúcares de la miel, principalmente glucosa y fructosa, en alcohol (principalmente etanol) y dióxido de carbono, lo que le da a la miel fermentada un distintivo olor agrio o alcohólico.

Algunos de los otros subproductos son compuestos volátiles que pueden tener olores sólidos y desagradables. Dependiendo de las condiciones específicas, estos pueden variar desde olores avinagrados hasta incluso olores desagradables y podridos.

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Toda la actividad y producción de ácidos puede alterar el pH de la miel, influyendo aún más en su sabor y haciéndola oler más ácida o agria.

¿Cómo puedes saber si tu miel está fermentada?

Aquí hay algunas comprobaciones rápidas para que pueda saberlo fácilmente:

  1. Aspecto burbujeante o espumoso: La miel en fermentación suele tener una capa burbujeante o espumosa en la parte superior.
  2. Olor agrio o alcohólico: Un fuerte olor agrio, a levadura o incluso ligeramente alcohólico es un indicador claro.
  3. Gusto alterado: La miel fermentada tendrá un sabor ácido o picante, diferente del típico sabor dulce de la miel.
  4. Cambios en la textura: Separación, con un líquido más claro (que a menudo contiene los compuestos fermentados) que se deposita sobre la miel más densa.
  5. Presencia de agua: Agua visible o si la miel parece excesivamente líquida.
  6. Liberación de gas: Si escucha una liberación de gas (un «silbido» o «pop» similar a abrir una bebida carbonatada), puede indicar fermentación.

contaminarmiel

Cualquier impureza, suciedad o sustancias extrañas puede estropear la miel. Esto puede suceder si el apicultor no sigue métodos higiénicos de extracción y almacenamiento.

Vienen en todas las formas, pero algunas de las más comunes en miel o panal incluyen:

Equipos insalubres para extracción de miel y colmenas – La suciedad del equipo de la colmena puede llegar al frasco de miel. Cuando los apicultores extraen miel de las colmenas, utilizan varias herramientas y, si no son claras y estériles, la miel puede estropearse.

Contenedores de plástico –Los recipientes de plástico baratos para almacenar miel pueden filtrarse en la miel y darle un sabor químico desagradable. Las cajas de comida para llevar baratas suelen ser las peores para esto, pero puedes solucionarlo comprando y guardando siempre tu miel en recipientes de vidrio.

insectos – Si la miel no se entrena adecuadamente antes de ser envasada, se corre el riesgo de que pequeñas partículas de insectos muertos se mezclen con la miel. Si no se filtran, pueden descomponerse y producir mal olor.

Bacterias y moho – Si bien la miel es naturalmente antimicrobiana, puede ocurrir contaminación con ciertas bacterias o moho, especialmente si el nivel de agua es demasiado alto. Como ocurre con todos los alimentos en mal estado, estos microbios pueden producir compuestos que desprenden un olor desagradable y no son seguros para comer.

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Dónde se recoge el néctar de la miel

La fuente del néctar es quizás el factor más influyente a la hora de determinar el olor, el sabor y el color de la miel. Cada flor le da características únicas a la miel, es por eso que tenemos muchos tipos de miel.

Algunas flores tienen olores muy potentes, lo que puede provocar que la miel tenga un olor más fuerte. Por ejemplo, la miel elaborada con flores de eucalipto podría indicar su fuerte olor a mentol.

Pero esto no siempre es bueno para todos. La miel derivada de ciertas plantas puede tener un olor distintivo debido a compuestos de néctar inusuales. La miel de trigo sarraceno tiene un aroma fuerte, parecido al de la melaza, que algunas personas pueden encontrar picante o desagradable.

Incluso dentro del mismo tipo de flor, las diferencias regionales en el suelo, el clima y el entorno general pueden provocar ligeras variaciones en la composición del néctar y en el olor de la miel.

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Exposición a sustancias químicas

Las abejas expuestas a productos químicos pueden llevarlos de regreso a la colmena o al nido, afectando el olor y el sabor de la miel que producen.

Podemos dividirlos en cuatro grupos principales:

  1. Pesticidas e insecticidas: muchos agricultores utilizan aerosoles químicos para proteger sus cultivos de las plagas. Las abejas que se alimentan de estas plantas tratadas pueden recolectar sin darse cuenta residuos químicos junto con el néctar. Cuando este néctar contaminado se transforma en miel, puede dar como resultado una miel con sabores desagradables y un olor desagradable.
  2. Herbicidas y fungicidas: si bien están dirigidos principalmente a plantas u hongos no deseados, las plantas con flores también pueden absorber estos químicos. Cuando las abejas visitan estas flores, pueden transferir estos químicos de regreso a la colmena, lo que genera miel contaminada.
  3. Contaminantes ambientales: en áreas con importante actividad industrial o contaminación, los productos químicos nocivos pueden depositarse en las superficies de las plantas. Las abejas que entran en contacto con estos contaminantes pueden introducirlos en la miel, alterando potencialmente su aroma.
  4. Antibióticos y acaricidas: los apicultores a veces utilizan tratamientos químicos para proteger sus colmenas de plagas y enfermedades. El uso inadecuado o los residuos de estos químicos pueden contaminar la miel.

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Mala salud de la colonia

Una variedad de enfermedades de las abejas pueden afectar la colmena y sus habitantes. Los síntomas varían considerablemente, pero uno de los desafortunados efectos secundarios es el olor.

La loque americana (AFB) es una enfermedad mortal que afecta específicamente a las larvas jóvenes de una colonia de abejas melíferas. Es lamentablemente incurable, y la única opción de tratamiento es la destrucción, evitando la propagación de esta terrible enfermedad.

La urticaria afectada desprende un olor desagradable y rancio, similar a los cadáveres de animales en descomposición. Este hedor es causado por la cría en descomposición, que se vuelve marrón oscuro antes de convertirse en un líquido pegajoso y maloliente.

Cuando conviertan el néctar en miel, se almacenará junto a la cría enferma, lo que provocará que se eche a perder.

Cualquier miel producida por estas abejas probablemente tendría el mismo olor desagradable, pero ningún apicultor en su sano juicio la cosecharía, vendería o consumiría.

Preguntas frecuentes

Ahora, veamos las preguntas más urgentes de Internet sobre la miel con mal olor.

¿Qué es la miel de aster y por qué huele mal?

La miel de aster se deriva del néctar de las flores de aster. Es conocido por su olor distintivo y a menudo desagradable, que recuerda a los calcetines sucios. A pesar del olor, es seguro comerlo y sabe muy bien. El olor también se desvanecerá a medida que la miel madure en su frasco de vidrio.

¿Es más probable que la miel cruda tenga mal olor?

La miel cruda conserva todos sus componentes naturales, incluidos el polen, las enzimas y otros compuestos. Esto puede impartir un sabor más rico, pero a veces puede provocar malos olores, principalmente si proviene de ciertas plantas o comienza a fermentar.

¿Cómo saber si la miel es mala?

La miel tiene una vida útil larga, pero si huele agria, a levadura o a alcohol, es posible que se haya fermentado. Un cambio de textura, burbujas o apariencia espumosa también pueden indicar miel en mal estado. Pero la cristalización es un proceso natural y no significa que la miel se haya echado a perder.