No es inusual que la naturaleza te lance algunas bolas curvas, y si te gusta ir a buscar hongos, es posible que hayas notado que hay ciertos hongos que parecen cerebros. Esta extraña similitud plantea preguntas a muchas personas, como si son venenosos o no y qué causa que se vean así. En este artículo, veremos algunas de estas diferentes especies de hongos y aprenderemos algunos datos interesantes sobre ellos.
8 Hongos que parecen cerebros
1. Falsas morillas

Nombre científico: Gyromitra esculenta
La falsa morilla, también conocida como hongo del cerebro, es un hongo muy popular que a menudo llama la atención debido a su apariencia de cerebro. Debe su nombre porque se parece mucho a las verdaderas morillas, que son otro tipo de hongo con muchas crestas que puedes agregar a varios platos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que las falsas morillas no son aptas para el consumo debido a su naturaleza altamente tóxica, lo que las hace potencialmente mortales. Los verás debajo de álamos y pinos de abril a julio, y son más abundantes en áreas perturbadas.
2. Gotas de gelatina

Nombre científico: ascocorine sarcoides
Las gotas de gelatina, un hongo parecido a un cerebro conocido por su apariencia carnosa, se pueden encontrar comúnmente en América del Norte y Europa. Al ser hongos saprofitos, obtienen sus nutrientes adhiriéndose a los árboles. El color de las gotas de gelatina es rosado-violeta y tienen una consistencia gelatinosa.
Las gotas de gelatina comienzan con forma redonda, pero eventualmente se aplanan y se transforman en formas de copa con bordes ondulados y superficies superiores lisas. Cuando los miras, estos hongos seguramente se parecen a cerebros debido a su apariencia y a la forma en que crecen en racimos.
3. Cerebro frondoso

Nombre científico: Tremella foliácea
De hecho, los cerebros frondosos se parecen a los cerebros adheridos a madera en descomposición, como sugiere su nombre. Quizás los reconozcas porque poseen cuerpos de color marrón a marrón oscuro que exhiben una textura gelatinosa, con pliegues que se asemejan a las algas.
Se convierten en costras duras y negruzcas durante las estaciones secas y eventualmente se vuelven translúcidas cuando llueve, y pueden rehidratarse. Algunas personas afirman que los sesos de hojas comestibles carecen de sabor, lo que los convierte en una opción indeseable para el consumo como hongo.
4. Dedal arrugado

Nombre científico: Verpa bohemia
Es posible que observe otra especie de hongo que se asemeja a un cerebro, conocido como dedal arrugado o morilla temprana. Su nombre deriva del hecho de que es uno de los primeros hongos que aparecen a principios de primavera y se identifica fácilmente por su sombrero arrugado en forma de dedal.
Está entre los hongos que se consideran comestibles; sin embargo, comer grandes cantidades de ellos puede causar malestar gastrointestinal e incluso se sabe que induce coma en algunas personas. Por eso lo mejor es prepararlos correctamente y procurar comer sólo pequeñas cantidades.
5. carolina gran rojo

Nombre científico: Gyromitra caroliniana
El Carolina big red es una especie que crece debajo de árboles de madera dura. Aparecen entre los meses de abril y mayo, y su presencia sirvió como indicador temprano de que la temporada de colmenillas ya había comenzado.
Aunque los rojos grandes se consideran falsas morillas, siguen siendo comestibles, pero una preparación y cocción adecuadas son cruciales para prevenir el envenenamiento. Puedes identificarlos fácilmente por sus sombreros de color rojo, que están doblados y arrugados, y se parecen sorprendentemente a un cerebro.
6. Hongo Coliflor

Nombre científico: Sparassis crujiente
Si te encuentras con un hongo parecido a un cerebro que crece en la base de los troncos de las coníferas y que aparece de color blanco a amarillo cremoso, probablemente te hayas encontrado con el hongo coliflor. Debido a su estructura plana y curvada, esta especie se ganó su nombre por parecerse a una coliflor, una esponja de mar e incluso un cerebro.
Algunos incluso comparan este hongo con una olla de fideos de huevo porque puede crecer hasta alcanzar un pie o más de diámetro. Son apreciadas no solo por su apariencia sino también por su delicia, ya que su sabor a nuez comparte similitudes con el de las verdaderas morillas.
7. Bola de cerebro

Nombre científico: Calvatia craneiforme
Un bejin de aspecto único que puedes ver creciendo en bosques abiertos es el bejin cerebral, una especie que parece una calavera o un cerebro. Este hongo tiene una amplia gama de formas, desde la de una pera hasta la de una esfera aplanada e incluso la de un huevo.
La gente suele cosechar bejines jóvenes para cocinar porque los describen como de sabor suave y agradable. Sin embargo, las medicinas tradicionales o populares de China y Japón utilizan las maduras como agente hemostático eficaz o como apósito para heridas.
8. Cuerno apestoso

Nombre científico: falo impudico
Puedes tropezar con un hongo apestoso si te encuentras con un hongo parecido a un cerebro que emite un olor desagradable. Fiel a su nombre, este hongo tiene fama de tener mal olor, lo que juega a su favor porque este olor atrae a los polinizadores, quienes luego recolectan la masa de esporas en sus patas y la esparcen a otros lugares.
A pesar de tener mal olor, estas especies se pueden comer, especialmente cuando se encuentran en estado de huevo. Sin embargo, puede resultar difícil comerlos una vez que los cuernos apestosos alcancen la madurez debido a su olor más fuerte.